La decisión de Dcoop, la mayor cooperativa agrícola española y el primer productor de aceite de oliva, de comprar el 20% de la empresa norteamericana Bell Carter, impulsora del arancel norteamericano contra las aceitunas negras españolas, ha generado una enorme alarma en el sector olivarero español, según señalan fuentes de las cooperativas agrarias.
El principal temor de los olivareros españoles es que Dcoop utilice esta operación para inundar el mercado norteamericano de aceitunas de Túnez y Marruecos para ser elaboradas en Estados Unidos y vendidas como “aceitunas estilo californiano”, eludiendo el arancel y dejando a un lado a las aceitunas españolas.
Polémica unión empresarial
La obsesión de Antonio Luque, presidente de Dcoop, por generar negocio vendiendo aceite y aceitunas de cualquier procedencia, sin importarle su papel como cabeza de un importante número de cooperativas aceiteras, ha generado una gran inquietud en el sector. Fuentes consultadas señalan que Antonio Luque va a aprovechar cualquier oportunidad para llevar aceituna de cualquier origen a Estados Unidos y justificar sus operaciones por el beneficio obtenido sin importarle lo que les ocurra a los olivareros españoles a los que se supone que representa y defiende.
Unirse a la empresa que ha impulsado el arancel del 34,75% sobre las exportaciones de aceituna española a Estados Unidos se considera una operación denigratoria para todo el sector, una especie de traición al sector olivarero, por muchas justificaciones financieras que pueda tener, señalan las fuentes consultadas.
Críticas desde el sector olivarero
Con la entrada en Bell Carter, Dcoop deja solos y abandonados al resto de los aceituneros españoles en su pugna contra Estados Unidos y se convierte en parte del “enemigo”, señalan las fuentes consultadas. "¿En qué papel queda la asociación de productores de aceituna de mesa, que ha iniciado actuaciones legales contra la decisión arancelaria de Trump si uno de los mayores productores de aceitunas está del lado de los impulsores del arancel?", indican esas fuentes.
Directivos de empresas aceituneras, sobre todo de Andalucía, señalan que es difícil de entender que mientras Dcoop crece en Estados Unidos y se une a los promotores del arancel, otras empresas españolas están sufriendo sus efectos. Agrosevilla, el mayor exportador español de aceitunas de mesa, con doce cooperativas y más de 4.000 agricultores asociados, ha anunciado ya varios planes de reestructuración de plantilla, que se eleva actualmente a 450 trabajadores. Tras prescindir de 50 empleados, ya ha anunciado nuevos ajustes.
Denuncian su posición privilegiada
El malestar contra Dcoop se acentúa después de que hace varias semanas se supiera que estaba comercializando en Estados Unidos a través de su marca Pompeian un producto en el que mezcla aceite de colza con una mínima parte de aceite de oliva y lo vende con los mismos atributos que si fuese aceite de oliva virgen.
Dcoop, señalan las fuentes consultadas, está impactando de forma agresiva en toda la estructura del negocio del aceite de oliva al aprovechar su posición de cooperativa y disponer de ayudas y fondos públicos para competir directamente con las operadoras de sector, rompiendo las reglas competitivas.