Tanto en venta como en alquiler, Barcelona es la ciudad española con el parque de vivienda más envejecido. Los 70 años de media que tienen las casas de la Ciudad Condal contrastan con la antigüedad media de 45 años que se da en el resto de ciudades españolas, según estudio por el portal inmobiliario Idealista.
El informe establece que las viviendas en venta en España cuentan con una antigüedad media de 45 años, y sitúa la del parque residencial de alquiler en 44 años. Mientras, en Barcelona esas antigüedades medias alcanzan los 69 años para la venta y suben hasta 72 años en el caso del alquiler.
Casas antiguas en el País Vasco
Tres ciudades del norte siguen a Barcelona en la clasificación por edad de la vivienda en venta. Pamplona, con 64 de media, San Sebastián, que llega a 60, y Bilbao, que alcanza los 54. A continuación se sitúa la ciudad de Madrid, donde las casas tienen 53 años de media.
Sin embargo, existen importantes diferencias entre las distintas provincias, tanto en el caso de viviendas en venta como de alquiler. Así, un total de 23 capitales españolas tiene un parque de viviendas en venta "treintañero".
Las viviendas más modernas, en Albacete
Las más modernas son las viviendas de Albacete, con 31 años de media. En Lugo la edad sube hasta los 32 años, mientras que en Almería, Murcia, Lleida y Guadalajara alcanza los 33 años.
En cuanto al alquiler, Barcelona concentra también el parque de viviendas más vetusto, ya que tienen 72 años de media. Le siguen las de San Sebastián (68 años), Madrid (56 años), Tarragona (53 años) y Pamplona (52 años).
Solo Ciudad Real tiene unas viviendas para alquilar que bajan de la treintena (29 años). Las siguientes ciudades, con edad ya por encima de las tres décadas, son Albacete (30 años), Lugo, Soria y Castellón (31 años en los tres casos), seguidas por Almería y Guadalajara (ambas con 32 años).
Mayores costes por falta de renovación
Los datos reflejados en el estudio demuestran que el parque inmobiliario español "no está suficientemente renovado", según sostiene el jefe de estudios de Idealista, Fernando Encinar, que incide en el mayor coste que conlleva vivir en un edificio con más de cinco décadas por reformas, derramas y una mala eficiencia energética.
"El hecho de que las dos mayores ciudades españolas estén en el grupo de las viviendas más antiguas evidencia que el ritmo de construcción de obra nueva en las últimas décadas en ambas no ha sido similar al del resto del país", afirma.