La recaudación de la Agencia Tributaria pone en evidencia que las rentas empresariales crecen a mucha más velocidad que las del trabajo, como viene ocurriendo en los últimos cinco años. Aun así, en cifras absolutas, las ganancias de las empresas aún no llegan a los niveles de 2006.
Las ganancias declaradas por las empresas crecieron el año pasado un 7,1%, lo que supone casi el 50% más que el alza de las rentas del trabajo, que lo hicieron en el 3,8% gracias a la creación de empleo, al tiempo que las rentas del capital mejoraron un 4,9%.
Mejora por la creación de empleo
Las rentas del trabajo repuntaron un 3,8% el año pasado, cuatro décimas más que en 2016, debido a la positiva evolución de la masa salarial, que aumentó un 4,6% frente al 4,2% del año anterior. La mejora es más significativa si se tiene en cuenta que el año anterior se había producido la recuperación de parte de la paga extra de 2012 para los empleados públicos.
La Agencia Tributaria considera que el principal factor que impulsó el crecimiento de la masa salarial fue la creación de empleo y, en el tramo final del año, el repunte de las retribuciones medias, después de años de estancamiento, ya que el salario medio en 2017 fue aproximadamente el mismo que se promedió en 2008.
La pensiones privadas, mal
En lo que se refiere a las pensiones, sus rentas crecieron un 2,8%, menos que en 2016 debido al comportamiento de las privadas que en 2016 tuvieron un fuerte aumento y en 2017 se mantuvieron estables.
Sin embargo, en las pensiones públicas la situación fue similar en ambos años: la pensión media subió un 2% (por el efecto alcista de las nuevas pensiones, más altas que las que ya están dentro del sistema) y el número de pensionistas un 1%.
Los hogares mejoran
Además, las rentas brutas de los hogares crecieron en 2017 un 4,1%, frente al 3,4% registrado en los dos años anteriores. La AEAT señala que la estabilidad que mostraban estas rentas se mantuvo hasta la mitad de 2017, y que desde entonces se comenzó a percibir una paulatina mejora que se prolongó en períodos posteriores.
Excepto las rentas capital mobiliario, que disminuyeron de nuevo en 2017, y las de arrendamientos, que moderaron su crecimiento respecto al máximo alcanzado el año anterior, el resto de los componentes se comportaron mejor que en 2016.
Más empresarios
El crecimiento del 7,1% de las rentas empresariales en 2017 supone mejorar en 1,6 la cifra del año anterior. De hecho, en 2017 crecieron tanto el número de empresarios y profesionales (+1,8%) como la renta media (+5,3%). De esta forma, la renta media acumula cinco años consecutivos de crecimiento, aunque siguió estando por debajo de las cifras anteriores a la crisis, puesto que todavía no se han alcanzado los niveles de 2006.
Por último, las rentas del capital (mobiliario, arrendamientos y ganancias patrimoniales) crecieron un 4,9%, frente al 2% del año anterior. El cambio fundamental se produjo en las ganancias patrimoniales que aumentaron un 18,1% (0,5% en 2016), sobre todo en la primera parte del año y en los fondos de inversión, por la mejora de la cotización de los valores de renta variable.
Por el contrario, las rentas de capital mobiliario continuaron disminuyendo (salvo en 2011, lo han hecho todos los años desde 2009). En este sentido, la AEAT recuerda que el principal activo de los hogares en España son los depósitos en cuentas bancarias y que los intereses ligados a los mismos han quedado reducidos a una cantidad marginal, tanto por la reducción prácticamente a cero de las remuneraciones como por la huida hacia otros activos con mayor rentabilidad.