Cerrada el pasado 2 de julio la fusión con la estadounidense Zodiac, a Fluidra, la multinacional española dedicada al desarrollo de aplicaciones para el uso sostenible del agua en piscinas, le quedaba contar con un último fleco, el de saber que los inversores tendrán la certeza de que el grupo podrá hacer frente a su nueva deuda de 1.200 millones.
De la noche a la mañana, la empresa presidida por Eloi Planes, que contaba hasta el pasado 30 de junio con una deuda financiera de 202 millones, veía cómo, tras la fusión con Zodiac, el apalancamiento se multiplicaba por seis. Un aumento significativo de la deuda que requería de ser calificada por una agencia de rating.
Deuda aprobada
El pasado viernes respiraban tranquilos en la sede de Fluidra en Sabadell (Barcelona). Llegaba el informe de Standard & Poor’s (S&P), en el que la agencia mantenía la calificación BB tanto a la nueva empresa como al préstamo sindicado de 850 millones de euros, convertido en el nudo gordiano de la nueva estructura financiera cerrada el pasado mes de marzo, en el marco de la fusión.
Además de ese préstamo senior garantizado, el nuevo apalancamiento incluye también una línea de crédito revolving de 130 millones de euros y otra basada en activos, por un importe de 185 millones de euros.
Calidad crediticia cuestionable
El mantenimiento de la doble B como calificación no es la mejor nota que puede conceder S&P. Para esta agencia todo lo que esté por debajo de la triple B no se considera grado de inversión, sino una especulación de riesgo. En el caso de la BB comporta que la calidad crediticia es cuestionable, con un futuro incierto pero, de momento, con capacidad de pago de la deuda.
En su informe, la agencia destaca su confianza en que la nueva Fluidra genere, ya en 2018, ventas por unos 1.300 millones de euros y un ebitda ajustado de 220 millones. Y, en general, apunta como dato positivo “los escasos riesgos de integración entre las dos compañías, dado su tamaño similar y la falta de superposición geográfica”, apunta S&P en su informe.
Equilibrio accionarial
La agencia también destaca favorablemente el equilibrio accionarial surgido tras la fusión, con la firma de capital privado Rhône Capital –representando al antiguo propietario mayoritario de Zodiac--, ostentando el 42%, y las cuatro familias fundadoras de Fluidra (Planas, Garrigós, Serra y Corbera), manteniendo el 29%, y quedando el restante 29% de las acciones a disposición del mercado.
Desde el punto de vista comercial, S&P sitúa a Fluidra “entre los tres mejores jugadores del mundo (junto con Hayward Industries y Pentair) en la consolidación de la industria de equipos para piscinas residenciales”, con fuerte presencia en los mercados principales, con ventas que llegarán al 30% de la facturación del sector en Estados Unidos y del 48% en Europa.
Sin dividendo en 2018
Como aspecto negativo de esta fusión el que las históricas familias de Fluidra se quedarán en 2018 sin cobrar dividendo, por segunda vez en sus 11 años como empresa cotizada. La razón, ese endeudamiento, de hasta 3,6 veces el ebitda, asumido al absorber Zodiac, el doble que se manejaba al cierre de 2017.
A partir de aquí, la reducción prevista de ese nivel de deuda es que se quedará en 3,3 veces este año, por debajo de 2,8 veces en 2019 y caerá por debajo del umbral de 2,5 en 2020.
De cumplirse estos objetivos, Eloi Planes ya ha comentado que, si en 2019, se baja de 2,8 veces esa ratio deuda/ebitda, se volverá a retribuir a los accionistas. Entiende el presidente de Fluidra que una parte de la generación de caja se reserve para pagar dividendo.