Hoy en día no basta con disponer del mejor producto, tener una mala imagen de marca puede significar un desastre para las ventas de cualquier negocio. Cuando esto le ocurre a una gran compañía, el desastre puede remontarse. Algo así le pasó a Colgate en 1982, cuando decidió entrar con su marca en el mercado de alimentos congelados creando la sección “Colgate Kitchen Entrees”. Pensaron que les iría bien, ya que eran muy conocidos. Pero la gente no quería comprar alimentos que asociaban a una pasta de dientes, y resultó un fracaso. Evidentemente Colgate se recuperó gracias a estar ya suficientemente establecida, pero algo así puede suponer el cierre para alguien que empieza, las llamadas startups.
Por ello las pequeñas y medianas empresas han de tener especial cuidado en no cometer errores de marca. Es lo que hoy en día todo el mundo del marketing conoce como Branding. El éxito o el fracaso de tu negocio puede depender en gran medida en evitar los cinco errores más habituales que se cometen, definidos por la prestigiosa revista Forbes:
1 - No definir bien tu enfoque
No basta con tener muchas y grandes ideas, el éxito de tu negocio dependerá de un buen enfoque empresarial. Es imposible estar en todo y para todos. Recordando el refranero español: “Aprendiz de todo, maestro de nada”. Hay que aferrarse a lo que se sabe y para lo que se es bueno.
Así, es importante centrarse en el nicho de clientela, algo que ayudará a su empresa a mantener el rumbo y a crear una marca en la que los consumidores confíen. Es importante definir a la competencia y buscar el perfil que nos permita adelantarnos, que la gente nos reconozca y nos relacione con los puntos fuertes del negocio.
2 - Inconsistencia a través de los medios
Una de las reglas más importantes del Branding es ser consistente, y para ello debemos asegurarnos de que las imágenes de nuestro negocio coincidan en todas las plataformas, incluidas el sitio web, las redes sociales, los materiales impresos y los anuncios. Una marca que se presenta homogénea tiene hasta tres o cuatro veces más probabilidades de éxito en la visibilidad de su marca.
El sitio web y las redes sociales suelen ser lo primero que ven los clientes, por lo que es fundamental dar una buena impresión. La guía de estilo de la marca ha de incluir unos colores preferidos, una fuente bien definida y cualquier otro elemento que permita mantener coherencia y nos aporte imagen de profesionalidad.
3 - No responder en las redes sociales
Hoy en día, las redes sociales van más allá de su mero uso para mantener el contacto con familiares y amigos. Los consumidores las utilizan para hacer preguntas sobre productos y servicios, e incluso para denunciar a las marcas ante una mala experiencia. Cerca de la mitad de las personas han usado en algún momento las redes sociales para contactar con empresas.
No responder a estos contactos supone un riesgo en la imagen corporativa. Se deben marcar unos tiempos mínimos de respuesta, siempre inferiores a doce horas. Responder con rapidez puede convertir un problema en una oportunidad para mejorar la imagen del negocio.
4 - Mal servicio al cliente
El servicio al cliente es un factor fundamental para que todos tengan una buena imagen de marca. Si el producto es complicado o genera alguna dificultad, los clientes han de obtener ayuda fácilmente, de lo contrario se verá asociado a frustración y dificultad. Y eso no será, evidentemente, bueno para el crecimiento del negocio.
Debemos asegurarnos de ofrecer un servicio superior, para lo cual hay herramientas muy útiles, como crear un chat en vivo en el sitio web, con acceso cómodo y permanente. En ese sentido, es muy recomendable usar un nombre y una foto en el cuadro del chat, para que los clientes no sientan que hablan con robot, sino con una persona real.
5 - Tomárselo todo demasiado en serio
En ocasiones, buscando dar una imagen de negocio seguro, lo que conseguimos es aparecer como demasiado rígidos ante nuestra audiencia. Un poco de humor puede darnos visibilidad, ayudarnos a destacar entre la multitud.
Evidentemente, se ha de tener cierto cuidado al arriesgarnos y no cruzar líneas rojas que puedan ofender a nuestro público objetivo, el llamado target. Pero estar en una zona de confort nos deja en un sitio de nadie que nos hará menos visible. Ciertas acciones, aunque supongan cierto riesgo, se han comprobado eficaces para destacar y que nuestra marca sea relevante y no se olvide.
Importancia del logo como colofón
El logo es el corazón de tu marca, la primera aproximación visual de tu público objetivo hacia tu empresa y tu producto. Ayuda a que seamos fácilmente identificados, reconocidos y recordados, para lo cual es recomendable utilizar un software para personalizar el logo de tu empresa como el que ofrece Tailor Brands, que nos ayude a crearlo de manera que mantenga sencillez y simpleza, al tiempo que nos haga destacar frente a la competencia. Ser único y personal, con un rasgo distintivo, serán claves a la hora de hacernos un hueco en la memoria de los consumidores. La personalidad nos permite generar respuestas emocionales y ayuda a definir la identidad corporativa asociada a una estética bien definida.
En resumen, un trabajo cuidado de la marca nos puede ayudar al éxito, buscando siempre ser honestos y consistentes, al tiempo que evitamos caer en los errores más habituales del mercado. No importa el tamaño de tu negocio, ya sea una empresa pequeña, mediana o grande, ha de tener una estrategia de branding que le permita llegar a la cima de su mercado.