Con la vista puesta en el escenario de crecimiento al que se vienen refiriendo desde hace un año los responsables de la papelera Miquel y Costas, dos de sus consejeros han querido demostrar su total confianza en el futuro de la empresa, y han destinado parte del dividendo recientemente recibido a comprar nuevas acciones.
Dan por hecho que los 36 millones de euros que se van a invertir en lo que queda de año y en 2019 van a servir para aumentar el valor del grupo, que actualmente tiene un valor de mercado de 681 millones de euros.
Tanto el presidente, Jordi Mercader, como el recién nombrado consejero coordinador, Joaquín Faura, aprovechaban, antes de tomar unos días de descanso, para adquirir 2.807 títulos de la empresa que, al 51%, controlan la familias fundadoras del grupo y otros accionistas afines.
Como el resto de accionistas, tanto Mercader como Faura fueron retribuidos, el pasado 12 de julio, con un dividendo complementario por los resultados del 2017. Los titulares de 20,65 millones de acciones cobraban un bruto de 3,75 millones.
Mercader suma 91 millones en Miquel y Costas
Por su paquete de 2,75 millones de acciones, Mercader –que fue presidente del antiguo INI, en tiempo de Felipe González, y también estuvo al frente de Aguas de Barcelona-- recibía por ese paquete, equivalente al 13,3% del capital de la papelera, un importe bruto de 500.202 euros. Tras la retención del 19% se quedaban en un neto de algo más de 390.000 euros.
A partir de aquí, este lunes procedía Mercader a realizar seis operaciones para comprar 990 acciones a precio de mercado, en torno a los 33 euros, pagando por los títulos unos 33.000 euros. El presidente de Miquel i Costas ostenta la mayoría de estos títulos de manera indirecta a través de la sociedad Hacia. El valor de mercado de las acciones de Mercader en la papelera roza los 91 millones.
Faura compra 1.567 acciones
En el caso de Joaquín Faura, recién nombrado consejero coordinador el pasado 21 de junio, los números son más modestos. Los 3.768 acciones le servían para cobrar 700 euros en el dividendo del 12 de julio. No obstante, como muestra de confianza en el futuro de la empresa, Faura se gastaba, el pasado 30 de julio, 50.000 euros en comprar 1.567 acciones por un precio de casi 32 euros.
En esa etapa de nuevo crecimiento que se ha trazado Miquel y Costas, el gran objetivo pasa por reducir el peso del negocio del tabaco, que acapara el 65% de los ingresos de la papelera catalana, para potenciar la actividad relacionada con aplicaciones para la industria alimentaria, la electrónica o la alta tecnología.
90 millones en caja
Dinero para inversiones hay, con esos 90 millones de tesorería, y también solvencia suficiente para endeudarse hasta en unos 250 millones, aunque esta posibilidad no sea muy del agrado ni de Mercader ni de su hijo, Jordi Mercader Barata, vicepresidente de la papelera.
Mientras se estudian posibles adquisiciones en los mercados asiático, europeo y latinoamericano, con las posibles desinversiones de grandes grupos papeleros, lo que está planificado es el destino de los 36 millones de inversión ya decididos. El 38%, unos 13 millones, servirán para la mejora tecnológica de la fábrica de Mislata (Valencia), que obligará a parar la factoría en torno a un mes en 2019.
La planta de La Pobla de Claramunt, en Barcelona, recibirá 9 millones, otros dos la de Tortosa, en Tarragona y, cerca de un millón la fábrica argentina de Avellaneda. Para la mejora de I+D se destinarán tres millones y dos más para los servicios centrales. Todo para aumentar un 10% la producción, reducir costes energéticos y mitigar el impacto medioambiental.