Félix Abánades, presidente y máximo accionista de la inmobiliaria cotizada Quabit, sigue inmerso en el maremágnum de ampliaciones de capital que ha promovido de cara a obtener recursos con los que comprar suelo donde entregar casi 8.000 viviendas hasta 2022.
Un objetivo ambicioso para facturar cerca de 2.000 millones de euros, generar un flujo de caja próximo a 500 millones y repartir 90 millones en dividendo.
Suelos a cambio de acciones
Básicamente, estas ampliaciones han sido de carácter no dinerario, con la entrega de terrenos a cambio de acciones de Quabit. Una vía mucho más barata que las dos líneas de crédito de hasta 100 millones firmadas, entre diciembre de 2016 y diciembre de 2017 con el fondo Avenue.
Préstamos que tienen un riesgo evidente, puesto que este capital, con intereses de entre el 12% y el 16%, debe devolverse en un plazo máximo de 4 años desde la fecha de disposición.
Comprometida devolución
Ante la probabilidad de que la devolución no se produjera en tiempo y forma, Avenue obligó a Quabit a emitir warrants, un leonino derecho sobre acciones a favor del fondo que, en el peor de los casos, supondría quedarse con el 8,56% del capital de la promotora.
De momento, con Quabit cotizando en 1,77 euros, al cierre de este jueves, esta opción estaría descartada, ya que los precios de suscripción pactados con Avenue para la ejecución de estos derechos sobre acciones oscilan entre 3,07 y 3,75 euros.
Seis ampliaciones de una tacada
Es por ello que, ante esta negativa perspectiva, Abánades promoviera el pasado mes de noviembre, de una tacada, seis ampliaciones de capital por un importe conjunto de 41,8 millones, con la emisión de las acciones a un precio de 2 euros, con un nominal de 0,5 euros y una prima de 1,5 euros.
Ampliaciones, todas ellas, de carácter dinerario, en las que Abánades captaba fincas de la promotora vasca Ondabide en Mijas (Málaga) y solares en Guadalajara aportados por Rayet, empresa del propio Abánades. Las otras cuatro ampliaciones de capital las colocaba el presidente de Quabit a la promotora malagueña Sankar Real Estate.
Pacto con Sankar
El pacto de Quabit con Sankar, con la suscripción de estas cuatro ampliaciones, perseguía la obtención de parcelas en los municipios malagueños de Mijas, Marbella y Estepona y en la localidad menorquina de Mercadal, algunos en forma de proindivisos por el 30% de la superficie.
El total de la operación permitirá a Sankar hacerse con el 4,55% del capital de Quabit, una vez suscritas las cuatro ampliaciones. Un paquete de 6,78 millones de acciones, valorados inicialmente a un precio de emisión de 13,56 millones.
De momento, Sankar ha suscrito dos de estas ampliaciones. Con la escritura pública del aumento de capital de la última, la relativa a las fincas en la isla de Menorca, la promotora malagueña se ha visto obligada a comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su presencia como accionista de referencia de Quabit, al superar el 3% de su capital. En concreto, llega al 3,31%.
Minusvalías del 12%
Un paquete de 4,93 millones de acciones que acumulan minusvalías del 12% sobre los 2 euros a los que fueron emitidas, tomando como referencia esos 1,77 euros en que Quabit cerraba su cotización este jueves.
La consecuencia de estas ampliaciones no dinerarias la siente en su propias carnes Félix Abánades, el presidente de Quabit, que ha rebajado su posición desde el 24% de hace unos meses al actual 21,4%. Está tratando de mantener el tipo con la adquisición de instrumentos financieros que, en un futuro, le puedan reportar otro 1% del capital.