Continúa imparable el cambio de hábitos de los españoles a la hora de comer. Los horarios laborales, la distancia del domicilio a los centros de trabajo y, también, la modificación de los gustos alimenticios, son algunas de las circunstancias que han provocado que, en la última década, los españoles hayan aumentado un 30% el consumo de platos preparados, lo que supone que cada persona consume al año unos 14 kilos de este tipo de comida.
La pizza es, con diferencia, el plato preparado que cuenta con más adeptos, con un 22% de los españoles que reconocen optar por esta comida. Le siguen el sushi, con un 13,7%, los canelones y lasañas, que llega al 10%, las croquetas, con un 8,6%, los salteados, elegidos por un 6,8) o los sucedáneos de angulas (5%), según datos recogidos en un informe elaborado por la Asociación Española de Platos Preparados (Asefapre).
El informe señala que el 43% de los españoles reconoce que opta por los platos preparados cuando no tiene tiempo para cocinar, mientras que un 31% pide comida a domicilio y un 24% se decanta por comer en un restaurante o en una cafetería.
Perfil de los que optan por la comida preparada
Respecto a la hora preferida de los españoles para comer, la comida de mediodía sigue siendo la favorita para casi el 45% de los consumidores, muy por delante de la cena, con el 29% o el desayuno, que se queda en el 24%. Por tipos de gastronomía, la tradicional española se impone, con un 62% a la comida internacional, el tapeo o la nueva cocina.
Los hogares formados por una persona, por parejas jóvenes sin niños, por jóvenes independientes y por retirados, y los consumidores que residen en grandes núcleos urbanos de más de 500.000 habitantes son los que más demandan este tipo de platos.