La aerolínea de origen irlandés Ryanair vuelve a tener problemas con sus pilotos, esta vez, en el norte de Europa. La Asociación Sueca de Pilotos (SPF) ha informado este miércoles que los profesionales de la aviación de la aerolínea de bajo coste en Suecia irán a la huelga el próximo 10 de agosto.
Por si esto no fuera suficiente, sus compañeros en Bélgica y en Alemania se están planteando secundar esta huelga y apoyar, asimismo, a los pilotos irlandeses que realizarán paros durante el día 3 de agosto.
Tiempo de negociación
Los pilotos de Bélgica y Alemania aún no han confirmado los paros, pero ambos colectivos están presionando a la compañía para llegar a un acuerdo que los evite. La asociación belga de pilotos BECA y el sindicato CNE del país demandan --tal como ya han hecho los trabajadores de Ryanair en España-- que la aerolínea aplique las legislaciones laborales de cada país y la instauración de un "verdadero diálogo social”. Por su parte, los pilotos alemanes han dado un ultimátum a la compañía irlandesa para que presente una oferta "negociable" antes del 6 de agosto.
Desde la asociación sueca han recordado que la compañía no ha acordado ningún convenio colectivo “en ningún lugar de Europa" y han lamentado las "relaciones hostiles" que mantiene con sus empleados, con los que llega a "la intimidación y las amenazas". El presidente de la institución, Martin Lindgren, ha advertido de que “en caso de que [la huelga] no tenga ningún efecto, consideraremos más acciones".
Mejores condiciones
Las protestas se extienden como la pólvora entre los trabajadores que la aerolínea tiene en el conjunto del continente europeo y todas bajo una misma premisa: como forma de presión para que la compañía acceda a sus demandas sobre condiciones laborales.
Por su parte, los pilotos en Bélgica también denuncian la "deslocalización" anunciada en Irlanda, país en el que Ryanair ha ofrecido traslados a Polonia en un plan que afectaría a 100 pilotos y 200 tripulantes de cabina (TCP).