Cara y cruz en las cuentas registradas en 2017 por Adif Alta Velocidad, la compañía pública gestora de la red ferroviaria en España. Reducía las pérdidas un 39%, de los 328 millones perdidos en 2016 a los 200 registrados en el pasado ejercicio. Un descenso provocado por las menores provisiones y el descenso del coste financiero, a pesar del aumento del apalancamiento.
La cruz de las cuentas procedía del endeudamiento financiero, al elevar el pasivo a 15.087 millones de euros, un 5,2% más que un año antes. En 2017 Adif multiplicaba por tres el volumen de préstamos que tiene concedidos a las sociedades participadas constituidas hace años en distintas grandes ciudades junto con Renfe y las administraciones locales y autonómicas para promover la integración del ferrocarril, que a cierre de año sumaban 465,7 millones.
Las sociedades participadas
Estas sociedades se situaron al borde de la quiebra durante la crisis, dado que sustentaban la financiación de sus actuaciones con los importes que recibieran del aprovechamiento de terrenos.
Adif ha venido realizando provisiones en los últimos años en virtud de la participación que tiene en cada una de estas firmas, a las que, ha otorgado préstamos e inyectado capital en el marco de los trabajos que se realizan en los últimos años para intentar reflotarlas.
Ingresos de 552 millones
En el ámbito operativo, durante el pasado año, Adif Alta Velocidad registró ingresos de 552 millones, un 7,2% más que un año antes. El grueso de este importe corresponde al canon o peaje que cobra a Renfe y otros operadores ferroviarios privados de mercancías por circular por las vías de tren y utilizar otras dotaciones ferroviarias.
Este aumento y la reducción de los gastos de personal y de explotación, permitieron a la entidad cerrar el año con un resultado de explotación positivo de 38,9 millones de euros.
Los gastos de personal sumaron 14,6 millones, un 3,2% menos, y los de explotación disminuyeron un 1,5%, hasta los 673,14 millones. Por lo que a los referidos gastos financieros se refiere, Adif Alta Velocidad afrontó un coste de 367,9 millones por su deuda.