La energética Iberdrola tuvo un beneficio neto de 1.410,5 millones de euros en el primer semestre, un 7,1% menos que un año antes, por la ausencia de extraordinarios, si bien su beneficio ordinario aumentó un 27%, hasta los 1.367,7 millones, por el negocio internacional y la normalización operativa en sus mercados de referencia.



El resultado bruto de explotación (ebitda) del grupo ascendió a 4.435,9 millones, lo que supone un incremento del 17,1%, aunque si se excluye el efecto negativo del tipo de cambio, que resta 260 millones, el aumento habría sido del 24%.



Iberdrola ha señalado que la evolución de los negocios esperada para la segunda mitad del año permite reafirmar sus previsiones para 2018, ejercicio que prevé cerrar con un ebitda superior a los 9.000 millones y un beneficio neto reportado cercano a los 3.000 millones.