Barcelona se ha convertido en el principal hub tecnológico del país. Tras 12 años de Mobile World Congress (MWC) en la ciudad, la industria digital que se ha desarrollado supere en cifras absolutas de empleo el número de trabajadores de la automoción. Así lo han remarcado el director del Centro Tecnológico de Cataluña (CTecnio), Jordi William Carnes, el secretario de telecomunicaciones de la Generalitat, David Ferré, y el comisionado de promoción económica del Ayuntamiento de Barcelona, Lluís Gómez, en un encuentro con los medios en los que han pedido debatir sobre los efectos negativos del boom del sector.
Ponen el foco en cuestiones salariales y sobre el impacto en la estructura económica local. Gómez alerta de que en la ciudad y en su ámbito de influencia se pueden repetir los problemas que se han generado en Irlanda, sede europea de los gigantes del sector por una cuestión de fiscalidad. “Los salarios han crecido, pero se buscan a profesionales de fuera y, como se dejó de construir vivienda durante la crisis, han subido los precios”, explica Gómez.
Generar y retener talento
Para evitar este escenario, el responsable de CTecnio pide un trabajo conjunto para buscar “cómo generar y retener talento”. Según su reflexión, la búsqueda de soluciones no se puede centrar exclusivamente en presionar a las universidades catalanas en impulsar las carreras tecnológicas y titular a más gente. Considera que es un trabajo transversal que debe iniciarse en las escuelas, cuestión que también tendría un impacto de género según sus estimaciones. “No podemos dejar a la mitad de la sociedad fuera de estas carreras”, señala Ferré.
“El problema es que en este país no ha existido un pacto de educación estable”, ha advertido William Carnes. Cuestión que sobrepasa el ámbito catalán, igual que la necesidad de hablar de cómo se acaba con la fiscalidad ventajosa que limita la repercusión sobre el territorio de los beneficios del sector. Esta “discusión se debería mantener entre EEUU y UE”, además de abordar otros “problemas geoestratégicos”. Entre ellos, que los profesionales más preparados actualmente para trabajar en tecnológicas son los nacidos en India y China.
Contradicciones de la globalización
“Debemos generar los parámetros culturales para competir a 20 años vista”, ha sentenciado William Carnes. Asemeja el hub tecnológico catalán con la revolución industrial textil de finales del siglo XIX. “Antes sabíamos hacer algodón y ahora algoritmos, la cuestión es si podemos mantenerlo en el tiempo y si tenemos a gente preparada para ello”, indica.
Las tres instituciones explican que Barcelona se ha globalizado “en lo bueno y con las contradicciones que ello genera”, en palabras del presidente de CTecnio. Por todo ello, concluyen que deben abrirse sin demora los debates laborales que afectan a cuestiones éticas y sobre los efectos inflacionistas del desarrollo de la industria.
Aseguran que no se trata de una burbuja temporal, lleva a un cambio de paradigma. Piden prepararse a largo plazo para abrir debates como si los robots deben tributar en la seguridad social.