La Unión Europea ha rebajado este jueves las expectativas de crecimiento para España. El PIB avanzará este año el 2,8% según los nuevos cálculos, una décima inferiores a los últimos. Bruselas lo atribuye a las tensiones geopolíticas --con la guerra comercial y el precio del petróleo como principales factores-- y un incremento menor de lo esperado de las inversiones y las exportaciones.
La UE ha mantenido, en cambio, la previsión para el año que viene en el 2,4%. Pese a la revisión a la baja, el documento de las estimaciones indican que España muestra "pocas señales de ralentización" desde inicios de 2018. En este sentido, destaca que en el primer trimestre ha registrado un crecimiento del 0,7% y que las previsiones para el segundo es de un avance "similar".
Se trata de la primera revisión a la baja de este 2018. En las últimas previsiones publicadas, en mayo, aumentaron tres décimas el crecimiento, del 2,6% al 2,9%. Ahora, lo rebajan levemente.
Presupuestos y precios
La Comisión Europea cree que el consumo y la inversión en construcción "seguirán siendo los componentes más dinámicos de la demanda", como factor positivo. También destaca las medidas expansionistas incluidas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que cree que puede dar un "impulso adicional". El crecimiento se basará en la demanda interna, que la UE cree que aumentará gracias a una subida de los salarios superior a la esperada y a los buenos datos de creación de empleo.
Bruselas estima que los precios se incrementarán este año. Serán especialmente altos en el tercer trimestre, cuando se producirá un repunte que después se moderará. Al cierre de este año, el IPC será del 1,8%, mientras que las previsiones para 2019 lo sitúan en el 1,6%.
Reunión del Eurogrupo
La publicaciones de las previsiones económicas coincide con la reunión del Eurogrupo prevista para este jueves. La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, participa por primera vez en el encuentro de los responsables de las finanzas de los 28 países miembro de la Unión Europea.