Los hermanos Carulla han estado siempre muy relacionados con la vieja Convergència de Jordi Pujol y Artur Mas. De hecho, los Carulla figuran entre los que más donaciones efectuaron a las fundaciones de la formación nacionalista.
Estas entidades convergentes, en particular Catdem (ex Fundación Trias Fargas), acabaron convertidas en un auténtico agujero negro por el que circulaba a destajo dinero de la corrupción relacionada con la obra pública.
Los seis hermanos Carulla también han tenido algún encontronazo con la justicia. En 2011 se les imputó por utilizar un arsenal de firmas de las Antillas Holandesas, Uruguay y Costa Rica para esquivar el pago de impuestos. Dichas sociedades se emplearon en una rocambolesca compraventa de acciones por valor de 61 millones de euros.
El Carulla mayor, condenado
Tras varios lances procesales, el asunto se saldó en 2014, mediante un pacto con la Fiscalía y la Abogacía del Estado, con el pago de 6,4 millones y la condena por delitos fiscales del hermano mayor Lluís Carulla Font, expresidente del holding familiar Agrolimen.
La Fundación Lluís Carulla es el segundo mayor accionista del diario independentista Ara. Como tal, ocupa un puesto en el consejo de administración del periódico. Su representante es Mireia Tomás Carulla.