US Imagina LLC, filial estadounidense de Imagina Media, del grupo de Jaume Roures Mediapro, se ha declarado culpable de haber pagado sobornos por más de 6,5 millones de dólares para hacerse con los derechos audiovisuales y comerciales de los partidos clasificatorios para las Copas del Mundo de fútbol de 2018 y 2022 en las regiones de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, una trama criminal conocida como Fifa Gate que se remonta al año 2015.
El acuerdo con la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York para evitar ir a juicio implica el pago por parte de Imagina de más de 24 millones de dólares entre multas e indemnizaciones a diferentes federaciones americanas, y también incluye la asunción del delito de conspiración para cometer fraude electrónico.
Gerard Romy, mano derecha de Roures
La Fiscalía sitúa al frente del "esquema de sobornos" a "uno de los tres co-CEOs de Imagina Media", que denomina "co-conspirador # 1" y que fuentes cercanas al caso identifican como Gerard Romy Belilos, mano derecha de Roures en la compañía y socio de la filial estadounidense con sede en Miami.
Entre las actuaciones delictivas recogidas señalan que el co-conspirador # 1 "acordó que Imagina Media sería responsable de pagar la mitad de un soborno de tres millones" a Jeffrey Webb, presidente de la CONCACAF y alto directivo de la Unión Caribeña de Fútbol (CFU) a cambio de los derechos televisivos y comerciales de los partidos de clasificación para los mundiales de 2018 y 2022.
Facturas falsas
La Fiscalía explica que los ejecutivos de Imagina "a menudo usaban facturas falsas y contratos para disfrazar la verdadera naturaleza de los sobornos y, por la misma razón, a menudo transmitían los sobornos a través de cuentas bancarias en poder de intermediarios en terceros países".
Entre los directivos de Imagina y las diferentes federaciones americanas que ha pagado o recibido sobornos y que se han declarado culpables, la Fiscalía cita a Roger Huguet, Fabio Tordin, Miguel Trujillo, Jeffrey Webb, Costas Takkas, Alfredo Hawit, Rafael Callejas, Brayan Jiménez, Héctor Trujillo y Eduardo Li.
Falta de colaboración
El comunicado de la Fiscalía destaca que Imagina y su filial estadounidense han aceptado no solo "la responsabilidad por su conducta delictiva" sino también "la responsabilidad de no haber llevado a cabo una investigación interna al enterarse de las acusaciones contra sus agentes tras la primera acusación".
Y advierte a la compañía de Roures de que, si no cumple el compromiso de cooperar en las investigaciones en curso e implementar y mejorar sus controles internos, se le abrirá un proceso criminal completo.
Conducta corrupta y multa ejemplar
"Las empresas que operan en Estados Unidos tienen la responsabilidad de garantizar que sus dirigentes no incurran en conductas corruptas y tomen medidas para erradicar la conducta corrupta tan pronto como se les avise", ha advertido el fiscal Richard P. Donoghue.
"Usar sobornos como parte del plan de negocios es una línea roja bien conocida, y este comportamiento no tiene cabida como parte de una estrategia empresarial legítima", ha declarado William F. Sweeney Jr., Director Adjunto de la oficina del FBI en Nueva York. "US Imagina LLC está pagando una multa por una actividad que solo contribuye a la erosión de la confianza entre las empresas y sus clientes. Continuaremos llevando a las compañías deshonestas ante la justicia, y esperamos que esta declaración [de culpabilidad] sirva de ejemplo para otras corporaciones que piensan que pueden operar usando movimientos similares", ha añadido.
El grupo de Roures, responsable
De esta forma, el pacto con la Fiscalía tumba el argumento utilizado hasta ahora por Mediapro para defenderse, que apuntaba a su filial estadounidense como la única culpable de las mordidas y que solventó la crisis con la destitución de tres directivos.
Y es que el acuerdo de culpabilidad implica que Imagina Media, controlada por Roures, es responsable y era conocedora de la trama corrupta de sobornos.