Seat ha anunciado este lunes que entra de nuevo en el mercado chino. A diferencia de su primera experiencia de comercialización en el país del sol naciente, en esta ocasión el grupo también fabricará en el territorio. Hecho que le permitirá evitar los elevados aranceles a las exportaciones internacionales que lastran la competitividad de modelos de gran consumo como los de la automovilística española.
Por este motivo, el presidente de la compañía, Luca de Meo, ha llegado a un acuerdo de colaboración con Volkswagen y JAC, la joint venture del gigante del motor en el que está integrado. El pacto se ha ratificado en la capital alemana, Berlín. Han participado en la ceremonia la canciller Angela Merkel; el primer ministro chino, Li Keqiang; el presidente de Volkswagen en China, Dr. Jochem Heizmann; el de JAC, An Jin, y De Meo.
Centro de I+D de vehículo eléctrico
“Abrimos una nueva etapa que permitirá globalizar la marca e impulsar el desarrollo del vehículo eléctrico”, ha anunciado el máximo ejecutivo de Seat. Las tres firmas colaborarán en la puesta en marcha de un centro de I+D en el país que se dedicará a desarrollar esta tecnología en la automoción.
Trabajará integrado en el resto de la red global de investigación sobre diferentes ámbitos que definen el futuro de la industria. Como que trabaja en el Pier 01 de Barcelona, la casa de los emprendedores.
Decreto del Gobierno chino
El hub de I+D chino también tratará, en menor medida, los otros dos grandes retos del futuro del sector: la conectividad y el coche autónomo. Abrirá las puertas en 2021 y será la avanzadilla a una “competitiva plataforma para vehículos eléctricos”.
Se debe tener en cuenta que las autoridades de ese país han decretado que, a medio plazo, los coches eléctricos deben ser una realidad en las grandes metrópolis urbanas. Una medida drástica que pretende remediar el grave problema de contaminación que viven los ciudadanos de China y que mina su salud.
Factorías de JAC
Según fuentes de Seat, esto no implicará que de forma inmediata se centren en la construcción de una nueva factoría en la zona. Considera que la red de centros de trabajo de JAC y de Volkswagen en el país son suficientes para acoger las demandas de fabricación de los futuros modelos.
La automovilística española anunció por primera vez en 2011 que entraría en el mercado chino. En ese momento, se centró en a apertura de 15 concesionarios a los que nutría de los vehículos que se ensamblaban en Martorell (Barcelona). Poco después se vio que el modelo no era sostenible por los aranceles que existen en un país proteccionista.
El plan de Volkswagen
Tal y como reconocen desde el propio grupo, sólo es factible para las marcas de lujo. Volkswagen fue la primera marca en alcanzar un pacto con JAC para empezar a vender en el país con producción propia desde la zona. Cumple de este modo con una norma en la que se marca que, para evitar la carga impositiva, se llegue a un pacto con una firma local y se cree una sociedad en el que se reparten el 50% del capital.
Parece ser que el camino de Seat será el que seguirán otras marcas de gran consumo del grupo. El gigante del motor quiere conquistar un mercado en pleno proceso de expansión.