Desde que hace tres años la inmobiliaria Quabit, una vez disipadas completamente las dudas que habían sobrevolado durante años sobre su viabilidad, puso sobre la mesa un ambicioso plan estratégico para construir 3.700 viviendas entre 2015 y 2020, el trasiego de las acciones ha resultado constante, con un sinfín de ampliaciones para conseguir el capital necesario para la compra de suelo.
Ahora, el último movimiento acometido no se relaciona con este fin, sino con la aprobación de un plan de incentivos que el presidente y consejero delegado de la promotora, Félix Abánades, lograba arrancar de la junta de accionistas celebrada hace un año, y que, ahora, el consejo que encabeza acaba de aprobar.
De esta manera, Abánades y otros 17 empleados y altos cargos de Quabit recibirán algo más de 4 millones de acciones, equivalentes al 2,79% del capital, para “fomentar una orientación de su trabajo en el medio plazo e incentivar su permanencia en la compañía”, según la nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Así se repartirán los incentivos
Y ¿cómo se repartirán estas acciones? Las dudas sobre este extremo las acaba de disipar el propio Abánades con otra notificación remitida al regulador presidido por Sebastián Albella. Así, el principal ejecutivo de Quabit recibirá casi 1,5 millones de títulos, el 36% del incentivo, que permitirá a Abánades elevar hasta el 22,4% el actual 21,39% que ostenta. Y quedarían los restantes 2,58 millones de acciones a repartir entre otras 17 altos cargos y empleados de confianza, a una media de 150.000 euros.
Para poder recibir estos títulos, Quabit debe cumplir dos métricas de negocio vinculadas al cumplimiento del Ebitda acumulado y a la rentabilidad total para el accionista acumulada entre los ejercicios 2018 y 2022, y que los beneficiarios mantengan la condición de directivos o empleados en las fechas de devengo y entrega efectiva de las acciones. Abánades podrá iniciar el canje para hacerse con estas acciones a partir del 27 de junio de 2022.
Promover 8.000 viviendas en 4 años
Dos ratios que no serán fáciles de cumplir, pues se requerirá promover la construcción de miles de viviendas y, sobre todo, que se vendan para que los números salgan.
El ambicioso plan estratégico tiene como objetivo poner en marcha casi 8.000 viviendas hasta 2022, de manera que la entrega de estos inmuebles permita alcanzar un volumen de negocio de casi 2.000 millones de euros, generar un flujo de caja de unos 500 millones y repartir, en el próximo lustro, 90 millones de dividendos a los accionistas.
Deuda antigua con Sareb
En el camino para alcanzar estos logros, la deuda antigua –básicamente la que tiene como acreedor a la Sareb- y la que ha sido necesaria contraer en los últimos años para comprar los suelos en los que levantar esos miles de viviendas.
En este sentido, Quabit tiene previsto reducir a 174 millones su deuda en 2018, gracias a los 44 millones de quita acordada con el banco malo. En virtud de esta deuda, Sareb suma casi el 4% del capital de la inmobiliaria.
En el calendario de deuda manejado, Quabit debe devolver 4,5 millones en 2018. En 2019 vencerían 12,6 millones, otros casi 20 en 2020 y 73 millones entre 2021 y 2022.