Las hermanas Pardo de Vera están en boca de todos tras la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. Isabel acaba de ser nombrada presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y, en la estrambótica búsqueda acelerada por encontrar al nuevo responsable de RTVE, su hermana mayor, Ana, la directora de Público, fue la primera candidata que saltaba a la palestra para sustituir en el cargo al cesado José Antonio Sánchez, avalada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Solo el veto de Iván Redondo, el jefe de Gabinete del presidente, evitó a última hora que la conocida baronesa roja --por los orígenes aristocráticos de su familia-- se convirtiera en la nueva responsable de la corporación pública, en un periodo de alta tensión entre los trabajadores de la radio y televisión estatales por las trabas del anterior equipo de RTVE, dirigido por Sánchez, a poner en marcha el proceso de regeneración del grupo público de comunicación.
'Vendetta' de Redondo
Un veto, el de Redondo, que servía de vendetta a la mano derecha de Pedro Sánchez. Pardo de Vera había sido la periodista que destapó los viajes que, con cargo a los presupuestos del Senado, realizó a Canarias, entre 2009 y 2010, el presidente de Extremadura, el popular José Antonio Monago, para visitar a su novia. Redondo, asesor entonces de Monago, se la tenía guardada. Y ahora se la ha devuelto con creces.
Ninguna de las dos hermanas han pasado desapercibidas desde que, a principios de siglo, desembarcaran en Madrid desde su Lugo natal. Lo hacía Ana, con 25 años, e Isabel, con 24, para lanzar sus carreras profesionales, como periodista e ingeniera de Caminos, respectivamente.
Ambas provienen de una familia de abolengo, con su padre, el abogado Gerardo Pardo de Vera y Díaz, entre cuyos ascendientes figuraban Sancho III de Navarra. Pardo de Vera fue el primer alcalde democrático de la villa lucense de Becerreá. Aunque lo hizo bajo las listas de Alianza Popular, sus ideas políticas siempre estuvieron próximas al nacionalismo gallego.
Aterrizaje en Madrid
Tras su paso por Diario 16 y La Voz de Galicia, aterrizaba Ana Pardo de Vera en la calle O’Donnell. Allí, en la sede capitalina del entonces influyente Grupo Zeta, formó parte del equipo redactor de la embrionaria página web de la revista Tiempo. Un proyecto fallido dirigido inicialmente por Pedro Páramo, el anterior responsable de la edición impresa de esta publicación.
Gobernaba España el Partido Popular de José María Aznar, que acababa de renovar, con mayoría absoluta, el triunfo electoral por segunda vez. Allí, vino ya a dar Ana Pardo de Vera muestras evidentes de su interés por los intríngulis de la política y de la información parlamentaria, con un partidismo, nunca ocultado, hacia los postulados de la izquierda y muy crítica con las acciones políticas de la derecha.
Convertida en la sombra de Zapatero
A partir de ahí, la periodista colaboró en varios medios --entre ellos, El Siglo de Europa--, hasta que en 2004, tras el 11M y la victoria electoral del PSOE, la llegada a la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, la carrera de a Ana Pardo de Vera daba un cambio radical. Se convirtió en una de las periodistas más próximas al nuevo presidente del Ejecutivo, y en general, de la mayoría de los miembros de su Gobierno.
Fruto de esta relación profesional y de la cobertura de todos los viajes oficiales del presidente socialista, publicaba Pardo de Vera En la maleta de Zapatero y consiguió, gracias a su buenos contactos entre la cúpula socialista, ser asesora de comunicación de varios ministros y altos cargos.
Así ocurrió, por ejemplo, con Joan Mesquida, que sucesivamente ocupó los cargos de director general de Infraestructuras en Defensa, director general de la Policía y de la Guardia Civil, y secretario de Estado de Turismo. Un Mesquida que hace tres meses anunciaba, a través de cuenta de Twitter, que se daba de baja en el PSOE tras 32 años de militancia.
Salida y regreso a 'Público'
El acercamiento a los líderes socialistas fue uno de los avales que sirvió a Pardo de Vera para convertirse, en 2007, en uno de los miembros fundadores del diario 'Público', el fallido proyecto con el que el empresario Jaume Roures intentó abrirse un hueco en la prensa escrita nacional.
Allí, Pardo de Vera vivió una complicada situación. A pesar de haber sido fundadora del periódico, fue despedida en 2009 en el marco de una reducción de plantilla, siendo director Félix Monteira. Pero, tras quedarse como colaboradora durante 7 años, volvía por la puerta grande en 2016 al ser nombrada directora de Publico.es. En ese interín, su presencia como tertuliana en radios y televisiones le llevó a entablar algunos tensos rifirrafes con algunos periodistas, como Eduardo Inda, el director de Ok Diario.
Menor impacto mediático
El tránsito de su hermana Isabel por Madrid durante los tres últimos lustros resultaba mucho menos mediático. La ingeniera de Caminos, tras ejercer en sus primeros años profesionales en el sector privado, en el campo de la ingeniería y consultoría de proyectos de infraestructuras ferroviarias y de carreteras. Trabajó en Sondeos, Estructuras y Geotecnia y en Ineco, consultora del grupo Fomento, y en 2007 ingresaba en ADIF ganando la plaza en una oferta de empleo público.
Hasta 2015 desempeñó puestos sucesivos de dirección de obra y jefe de infraestructura y gerente de área en la construcción de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia. Al término de ese año, solicitó una excedencia en ADIF y pasó a ser directora de Movilidad e Infraestructuras de la Diputación de Pontevedra.
La sombra de la tragedia de Angrois
De ese periodo data el único lunar de su carrera en ADIF, al figurar como directora de obra de los tramos ferroviario de acceso a Santiago entre ellos, el de la trágica curva de Angrois, en la que el accidente de un tren Alvia causaba la muerte de 80 personas.
De momento, Pardo de Vera no ha sido imputada en esta causa judicial que se sigue desde hace un lustro. Hace dos años, en junio de 2016, la menor de las hermanas dejaba la Diputación de Pontevedra para reincorporarse a la empresa pública ferroviaria.