Naturgy, la nueva marca de Gas Natural Fenosa, quiere llegar a 2022 con unos beneficios netos de 1.800 millones de euros y de 5.000 millones antes de depreciaciones (Ebitda). Este es el gran objetivo económico del plan estratégico que el presidente de la energética hasta febrero, Francisco Reynés, ha presentado este jueves ante unos 200 analistas en Londres.
Una hoja de ruta para la compañía con la que se pretende responder a la “transición energética global”, tal y como se explica en la documentación remitida a la CNMV. El baile de sillas que se iniciará entre las energéticas de toda Europa para conseguir firmas más globales y sólidas en el que la firma española aparece de forma recurrente.
Depreciación de activos
El plan quinquenal arrancará con un movimiento contable que lastrará los resultados del ejercicio en curso. “Debemos tener claro que tenemos una sobreestimación de 4.900 millones de euros en nuestros activos”, ha explicado el ejecutivo en la capital británica. La rebaja se aplicará en la presentación de los resultados semestrales en julio.
Reynés ha defendido que se trata de un “simple ejercicio de contabilidad que no tiene nada que ver con el efectivo” ni con el devengo de dividendos, que incrementa el 59% a lo largo de la vigencia del plan. Asegura que la depreciación aportará un “impacto positivo por los impuestos” y que impulsará los resultados de la compañía a partir de 2019.
Reducir negocios y revisar mercados
Otro de los grandes objetivos del plan estratégico es reestructurar la actividad de Naturgy. Reynés quiere centrarse en los negocios que se consideran core, un objetivo que también explica la reciente venta del 20% de Nedgia, salir de los negocios de distribución y comercialización de gas en Italia, la venta de la distribución de gas en Colombia y la de los negocios en Kenia y Suráfrica. La firma ha conseguido 2.700 millones cone stas operaciones. Se espera ingresar otros 300 millones con la venta de otras actividades non core que no han sido identificadas.
Se seguirá con una “reducción de geografías para mejorar la cuenta de resultados y llegar a ser un grupo mucho más diversificado en exposición de activos”, en palabras del presidente. Puntualiza que se deberá crecer en “negocios que no son volátiles” y en países con “seguridad jurídica”. Es decir, en “enfocarse más en la electricidad y los servicios con una exposición no tan grande al gas”.
Naturgy quiere ser en 2022 una firma con al menos el 70% de su negocio “ligado a actividades en infraestructuras reguladas”, más estables. La estrategia en curso fija que la mitad de esta cifra sea negocio eléctrico.
8.400 millones de inversión
La compañía tiene previsto invertir 8.400 millones en los próximos años, cifra que se queda por debajo con los 14.000 millones contemplados en el anterior plan estratégico y que confirma la reestructuración de la energética. Del total de los fondos para crecer, 5.300 millones son “operaciones de crecimiento” que ya han sido identificadas.
Las líneas generales apuntan a que el 32% de los recursos se destinarán a gas y energía; el 28% en crecer en infraestructuras en el sur de Latinoamérica. Otro 27% para el departamento de infraestructuras, que incluye los activos de España y el argelino Medgaz; y otro 12% en el norte de América del Sur.
Compras inorgánicas
Naturgy contempla crecer mediante operaciones inorgánicas. Aunque Reynés asegura que su estrategia en este sentido es tranquila. “Sólo nos involucraremos en operaciones en las que tengamos el control o lo alcancemos a corto plazo”, ha remarcado ante los analistas.
Además, ha cerrado la puerta a “inversiones financieras”. Remarca que la energética es un grupo industrial y que cualquier iniciativa que se planteen debe cumplir con esta regla de oro. “No estamos obsesionados en la caja, queremos retorno”, ha sentenciado.
Recorte de 500 millones en gastos
La disciplina financiera es otra máxima para el grupo. Igual que los planes de eficiencia con los que se espera reducir gastos operativos anuales que alcancen los 500 millones en 2022. Más allá de soltar lastre en las actividades que no se consideren core, se asignarán “funciones operativas” en cada unidad de negocio y se implementarán procesos de digitalización con los que se pretende mejorar el funcionamiento interno.
Todo ello, para prepararse ante la subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) que se espera para finales de 2019. Naturgy espera conservar el coste de la deuda en el 3,5% y con una cifra de deuda estable en los 16.400 millones. Por lo que se compensarán las inversiones con las desinversiones y las eficiencias.
El nuevo plan estratégico de la energética ha sido recibido con un incremento del 1,58% en el parqué. La revalorización de la acción se ha producido en el momento en el que se han anunciado el nuevo plan, el primer espaldarazo a la estrategia de Reynés.