Barcelona Desing Week (BDW) crece este año tanto en organizadores como en jornadas de actos. La impulsan por primera vez el FAD (Fomento de las Artes y del Diseño), el Barcelona Centro de Diseño (BCD) y el Museo del Diseño de la ciudad. En el extenso programa de más de 100 actividades se lanza por primera vez LATENT, una jornada que se celebra este miércoles para poner en contacto a empresas y a jóvenes creativos recién licenciados mediante una fórmula en la que se huye de los convencionalismos y la frialdad de la presentación de un portafolio de trabajo.
“Damos la oportunidad de que se valore a las personas más allá de los aspectos curriculares”, explica en conversación con Crónica Global la directora de promoción de BCD y coorganizadora de la BDW, Maria Baxauli. De entrada, se ha cursado una invitación a 60 escuelas de diseño, arquitectura, audiovisuales y otras disciplinas que aborden la creatividad para unirse al evento.
Talleres disruptivos
Los interesados en sumarse a la jornada, una treintena, han seleccionado a los alumnos de los últimos cursos más preparados para esta maratón particular. No se limitarán a un networking, se han organizado talleres y ejercicios en grupo en los que deberán abordar retos diversos que tiene cabida en la etiqueta “creativos”. Como, por ejemplo, el montaje de un mueble sin disponer de las instrucciones.
También se han organizado citas concertadas con las compañías, las llamadas cabinas de autopresentación o espacios espontáneos para que los representantes de las empresas planteen sus ofertas y los interesados puedan responder al momento. “Las empresas están ávidas de conocer talento”, asegura Baxauli.
Exposición sobre la volta catalana en la Barcelona Design Week / BDW
Empresas presentes
A esta jornada se han apuntado desde gigantes industriales catalanes como Roca o Simón a Desigual o la agencia Folch Studio. Disciplinas distintas que requieren perfiles profesionales frescos que puedan aportar puntos de vida disruptivos.
La BDW va de esta forma un paso más allá de la propuesta que lanzó en 2017. En la edición pasada se organizó un encuentro entre el sector privado y la universidad pero en formato de presentaciones cortas. “Nos pareció que nos quedábamos cortos y que era más interesante apostar por los talleres, las conversaciones y otras fórmulas para poder visibilizar la creatividad”, añade la directora de promoción de BCD.
Abrir la BDW a la ciudadanía
Las escuelas de diseño que se han apuntado a la jornada aprovecharán el evento para ganar visibilidad. Además de disponer de un espacio para promocionar su oferta formativa, también pueden llegar a las mismas compañías que intentarán pescar creativos. “Vienen a hacer contactos para desarrollar proyectos disruptivos y experimentales”, añade Baxauli.
En cuanto a la semana del diseño en Barcelona, que se prolonga hasta este jueves, 14 de junio, los responsables de la iniciativa muestran su optimismo en situarse cerca del gran reto que se fijaron en esta edición. El de ir más allá del sector del diseño y abrir el evento a toda la ciudad. Un objetivo en el que incidirán en las próximas ediciones.