En 1770 los monjes de Montserrat que observaban un mal comportamiento eran enviados al Purgatori, unas tierras hostiles donde había que trabajar elaborando vino y aceite de oliva. En 1999 la familia Torres compró la finca y en 2018 inaugura su celler, donde se elabora uno de los vinos más exclusivos de la compañía, al que ha bautizado con el mismo nombre: Purgatori.

Vista del 'celler' de la nueva bodega Torres / CG

Vista del exterior de la nueva bodega Torres / CG 

“Con este nuevo celler recuperamos el pasado vitivinícola de esta finca histórica, en la cual durante muchos años se había elaborado vino”, asegura Miquel Torres Maczassek, quinta generación de bodegueros y director general de la compañía.

Condiciones óptimas para la uva

Torres Maczassek explica que en las 870 hectáreas que ocupa la finca, “hay una amplitud térmica de unos 20 grados entre el día y la noche, lo que hace que las condiciones para la viña sean muy buenas, pero no así para la vida”, de allí el nombre de Purgatori. En la finca trabajan actualmente unas 15 personas, y durante la época de vendimia se eleva hasta 70, aproximadamente, el número de trabajadores.

Interior del 'celler' Purgatori

Interior del 'celler' Purgatori 

Explican los enólogos de la bodega que la viña que se trabaja en esta finca es de una gran calidad, por lo que se cultiva poco, en muchas hectáreas. La calidad, viene dada por el clima extremo en invierno y la gran amplitud térmica durante el verano. Esto, y la falta de agua, favorecen la maduración lenta del racimo, lo que da lugar a una gran intensidad aromática.

El 'celler'

El celler, rodeado de un terreno desnivelado que va desde los 350 a los 550 metros de altura sobre el mar, se integra en el paisaje de la zona. Esto se debe a que ha sido construido respetando la estética de la masía original hecha de barro y piedras. Se trata de un espacio de 1.800 metros cuadrados destinados a la producción de un solo vino.

La inversión para la restauración de la antigua masía de los monjes, ha supuesto el desembolso de 3,8 millones de euros y estará destinada además al turismo, aunque solo para visitas concertadas. En cuanto al vino que allí se produce --en septiembre, con la próxima vendimia, se lanzarán las primeras botellas-- Torres asegura que está destinado a aquellos que “valoran el vino y su proceso de elaboración”.

Las barricas de roble en los subsuelos de la bodega / CG

Josep Sabarich, director técnico de Bodegas Torres, junto a las barricas de roble en los subsuelos de la bodega / CG

El vino Purgatori no es nuevo. En 2012 se lanzó la primera botella, aunque ahora se realizará la producción completa en el nuevo celler. Se trata de una producción limitada, de 36.000 botellas que pertenecen a la única gama de vinos de Torres amparados bajo la Denominación de Origen Costers del Segre.

Experimentación

El clima extremo de Les Garrigues (Lleida) favorece también a la experimentación, según detalla el director técnico de las Bodegas Torres, Josep Sabarich. La finca se utiliza entonces como campo de prueba para las variedades de ancestrales que se han recuperado en los últimos 30 años. Se comprueba así, no solo si son uvas con potencial enológico, sino también si son resistentes al cambio climático.

Además de la experimentación en las variedades de viña, se utilizan criterios de eficiencia energética y se han colocado placas fotovoltaicas para la elaboración de productos completamente ecológicos, aunque de momento se trata de proyectos a futuro.

De las 870 hectáreas que tiene la finca el Purgatori, 200 están cubiertas de viña, 100 de olivos y otras 100 de cultivos mixtos como almendros y trigo, por lo que Torres, prevé expandir el cultivo de viña en un futuro. Este es el quinto celler de la familia Torres en Cataluña, y se suma a los tres del Penedès y al de El Priorat.