“Pirata. No pretendo convencerte de nada, acaso hacerte dudar de lo que crees”. Así se describe en las redes sociales el polémico Marcos de Quinto, quien llegó a ser número tres de Coca-Cola en el mundo y quien acumula en su cartera cada vez más episodios controvertidos. De tuit fácil, en su último mensaje en la red social de microblogging arremete contra Damm.
De Quinto cuestiona a la cervecera que su nuevo anuncio del verano, Mediterráneamente, lo protagonice un “cantante aparentemente anglosajón” que interpreta “una canción en inglés”. “¿Es eso el concepto que tienen del Mediterráneo? Con esa lógica podrían haber sacado a un chino cantando en tirolés, ¿no?”, atiza.
La alianza con Pizza Hut
Damm le responde que el “mejor talento nacional e internacional” está en todas partes, también en el Mediterráneo, y que es posible que el catalán o el castellano sea la lengua utilizada para próximas entregas. Pero De Quinto, que acostumbra a querer tener la última palabra, insiste: “Italiano, griego, francés también son opciones ‘más mediterráneas’ que el inglés”. Y se abre un debate en Twitter. Con numerosos apoyos a la cervecera, por cierto.
Esta aparición virtual de De Quinto llega después de su fugaz paso por Telepizza. Dimitió en mayo con un portazo. A priori, porque intentaba desacreditar la alianza comercial que Telepizza y Pizza Hut anunciaron para España y Latinoamérica, aunque él siempre alegó motivos personales. La realidad es que trató de minimizar la operación y restarle importancia en términos de mercado y oportunidad.
Critica un ERE... pero lo copia
¿Por qué? Telepizza es uno de los principales clientes de Coca-Cola (con quien De Quinto tiene contrato hasta septiembre, aunque anunció su retirada en mayo del 2017), mientras Pizza Hut es propiedad de otra sociedad que forma parte del universo Pepsico. Con todo, según publicó este medio hace unos días, el ejecutivo llegó a un nivel de enfrentamiento en este asunto con el presidente de Telepizza, Pablo Juantegui, de carácter casi personal. No contento con eso, asegura que alguien de dentro quiere manchar su salida.
Pero acumula otros episodios movidos. En Twitter ha protagonizado multitud de reyertas dialécticas con temas políticos y empresariales como telón de fondo. Por ejemplo, criticó a Telefónica por poner en marcha un expediente de regulación de empleo (ERE) que, cosas de la vida, más tarde el ejecutivo llevó a cabo Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) en España para proceder al cierre de la factoría de Fuenlabrada, que sigue en los tribunales.
Hasta en su boda
Esa condición le llevó a que grupos de trabajadores de Coca-Cola en España intentaran boicotear su reciente matrimonio en Cuenca, a finales de septiembre pasado, con la soprano Angélica de la Riva. Cuando los empleados de la fábrica de Fuenlabrada procedieron a protestar ante la catedral , De Quinto volvió con su peculiar estilo a la carga a través de Twitter: “Les espero en los juzgados donde aportaré el vídeo de su pacífica manifestación. Vale ya de mentir y acosar con impunidad”.
Tampoco la Casa Real o los nacionalistas catalanes se han librado de su propensión innata al exabrupto poco medido para un alto cargo de una gran empresa. Él no duda en hacer gala de su independencia de pensamiento, aunque justo esa condición fue la que llevó a Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola en España y en Europa, a solicitar a Muhtar Kent, entonces responsable mundial, que le relevara de sus funciones en territorio español. Ambos mostraron su incompatibilidad profesional, lo que llevó al número uno de la multinacional a ofrecer a De Quinto un puesto en la dirección internacional, pero sin funciones ejecutivas de ningún tipo sobre los dominios de Daurella.