El Banco de España ha indicado este lunes que el 10% de la población acumulaba el 53% de la riqueza total de los hogares en España en 2014. La última cifra que el regulador tiene en su poder en este sentido y que contrasta con la concentración que se registraba antes de la crisis. En 2008, los más ricos sólo controlaban el 44%.
Concluye que la recesión ha provocado un “aumento notable de los indicadores de desigualdad entre renta y riqueza” en la mayoría de países de la OCDE, entre ellos el nuestro. Así consta en el documento La desigualdad de la renta, el consumo y la riqueza en España publicado este lunes.
Evolución de las pensiones
Un elemento que ha frenado la pérdida de poder adquisitivo ha sido la evolución de las pensiones. El Banco de España señala que su evolución ha sido “notablemente más positiva” que la rentas del trabajo.
El informe destaca una reducida dispersión salarial en el país. Indica que las diferencias de salario por hora entre el personal contratado por cuenta ajena “no son especialmente elevadas en España, en comparativa internacional, ni se incrementaron a lo largo de la crisis".
Paro elevado
Explica que la elevada tasa de paro provoca que el nivel de desigualdad de la renta bruta per cápita en el país sea muy alto. Pero advierte de que se trata de un fenómeno que se da incluso en tiempos de bonanza.
Sobre los factores que explican la desigualdad de la riqueza, el regulador apunta a que el valor mediano de los activos reales cayó entre 2008 y 2014 más de un 30%. Dato que contrasta con los financieros, que incluso incrementaron su valor.
Recuperación
"El hecho que los activos reales --fundamentalmente, la vivienda-- sean una parte importante de la riqueza de los hogares a lo largo de toda la distribución hace que la desigualdad de la riqueza de España sea reducida en comparativa internacional", indica el documento publicado.
El Banco de España considera que la actual recuperación económica ha impactado en la reducción de la desigualdad. Afirma que, entre otras, muestra que la caída del paro habría permitido una reducción de la desigualdad de rentas salariales y de renta per cápita.