Castell del Remei ha iniciado la comercialización de sus vinos en Estados Unidos. El grupo del vitinicultor Tomàs Cuisné ha firmado un acuerdo con un distribuidor americano para vender sus productos en el estado de Washington. Concretamente, botellas de las bodegas de Cérvolas (Lleida), de la denominación de origen Costers del Segre.
El pacto ya ha propiciado la comercialización de 6.000 botellas en seis meses. Una cifra pequeña pero que implica un gran paso adelante para una compañía que factura siete millones de euros anuales.
40% de venta en el exterior
Explota cuatro bodegas distintas y el 40% de todos sus productos se venden en el exterior. Cuisiné vende en 41 países del mundo y el objetivo a medio plazo es “incrementar la presencia en EEUU, Canadá y América central”, indica el responsable de exportaciones de la compañía, Ivan Valor, en un comunicado.
Valor afirma que en estos territorios “el consumo por cápita aún es reducido, pero tienen la cultura del vino muy presente y economías en crecimiento”. Pone el foco en países como Panamá, Colombia o Costa Rica para poder maximizar sus resultados económicos.
Mercado africano
También tienen la vista puesta en África. Un “mercado que aún es desconocido pero con mucho potencial de consumo de vino”, añade el ejecutivo. Especialmente en las excolonias francesas de Costa de Marfil, Camerún o Ghana.
El problema es que la entrada a estos territorios es muy compleja. En muchos de estos países se requieren pactos con empresas locales y conocer de primera mano las ideosincrasias de los distribuidores. Además de contar con legislaciones complejas, ya que se trata de una bebida alcohólica.
10% de facturación en EEUU
Castell del Remei ha hecho frente a estos retos en el marco del programa Catalan Wines que impulsa la agencia para dinamizar la actividad empresarial de la Generalitat, ACCIÓ. Les ayudan a la promoción de sus vinos en todo el mundo.
En EEUU, están presentes en hoteles, restaurantes y tiendas especializadas. Además de poner el primer pie en otras ciudades del país, con un impacto muy menor sobre sus ventas totales. Obtiene el 10% de su facturación en ese país.
Cusiné explota las bodegas que llevan su nombre, Castell del Remei, Cérvoles Celler y Cara Nord.