Nunca el alquiler de un helicóptero para el Servei Català de Trànsit había propiciado una pugna empresarial como la que se vive en estos momentos en Cataluña. El concurso público valorado en 8,7 millones de euros que se abrió a principios de 2017 ha acabado ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Serán finalmente los magistrados de lo contencioso-administrativo los que resuelvan el conflicto abierto entre Habock Aviation, antes llamada TAF Helicópteros, y Audax Helicòpters, la antigua Aeropraxis y filial de la empresa energética que lleva el mismo nombre. La primera compañía mantiene ante el alto tribunal catalán que la adjudicataria del contrato no cumple con los requisitos solicitados en el pliego de condiciones de la licitación. Cuestión que se había alegado previamente ante el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP).
Anulación de la primera adjudicación
Habock presentó un primer recurso ante el mediador de las licitaciones en Cataluña a finales de agosto del año pasado. Se estimaron de forma parcial sus alegaciones en una resolución publicada seis meses después.
El TCCSP aceptó que existían fallos en algunos procedimientos del concurso, como en la acreditación de la solvencia económica y en contar con los materiales personales y materiales que se requerían en el objeto del contrato de la compañía adjudicataria, Audax. Pero los atribuyó a un defecto de forma en su valoración, con el aviso de que sólo se revisan los “aspectos formales de la apreciación de los requisitos de aptitud que realizaron la mesa y el órgano de contratación”.
Audax se confirma como adjudicataria
Por todo ello, estimó que no se podía revocar todo el proceso. Se limitó a “anular la resolución de adjudicación impugnada y retrotraer las actuaciones” al momento previo a ello. Y así lo hicieron los responsables de las concesiones públicas de Trànsit. El pasado 15 de marzo se mandó un requerimiento formal para que la compañía remitiera la documentación que le faltaba y se procedió de nuevo a realizar la adjudicación.
Pero el nuevo análisis no modificó la conclusión de la mesa de contratación. Los responsables de valorar las dos ofertas confirmaron que el apartado económico de Audax era más interesante que el de Habock, cuestión que decantaba de forma definitiva la concesión hacia la primera.
Recurso ante el TSJC
Así se decidió el pasado 11 de abril. La filial del grupo energético se llevaba el alquiler de un helicóptero con un “sistema de captación, grabación y transmisión de imágenes para el desarrollo de las misiones del Servei Català de Trànsit”, tal y como indica la Generalitat.
Los responsables de Habock Aviation aseguran que si se analiza el fondo del contrato ellos tienen razón en poner en duda las capacidades reales de su competidor para realizar las tareas que tiene asignadas. Por ello, han recurrido ante el TSJC. Se inicia así un periplo judicial que puede acabar ante el Supremo.