Vichy Catalán es una compañía histórica que se fundó en 1881, cuando el doctor Modest Furest Roca “constató científicamente las beneficiosas propiedades del agua y adquiere el manantial” que le da nombre, tal como se explica en la sociedad. En estos 137 años el grupo ha evolucionado desde las explotaciones de balnearios y la venta de agua carbonizada hasta dar forma al conglomerado empresarial.
Actualmente está inmersa en un proceso de lanzamiento de nuevas referencias con el objetivo de recuperar parte del mercado que perdió durante la crisis. La caída del consumo y el declive de la marca propia arrastraron al grupo hacia los números rojos. En siete años, los ingresos de Vichy Catalán bajaron un 23%, una caída que se tradujo en la apertura de varios procesos de refinanciación del pasivo para ganar más tiempo y un recorte en la plantilla.
Caída de los fondos propios
Los fondos propios de la empresa bajaron de los 60 a los 23 millones de euros en el último trienio. En fuerza laboral, se pasó de los 600 a los 540 trabajadores. La firma intentó conseguir ingresos extraordinarios con la venta de parte de su cartera hotelera, cuestión que dio alas al resultado final.
Desde 2016, cuando empezó la recuperación, la familia Renart intenta dejar atrás de forma definitiva el capítulo de las pérdidas y consolidar los limitados resultados positivos en las cuentas. El próximo 13 de junio, en el marco de la junta general ordinaria de accionistas, se darán a conocer las cuentas de 2017.
En este encuentro también se aprobará una extraña operación societaria para que los miembros del consejo de administración “puedan adquirir acciones de la propia sociedad”, tal y como consta en el orden del día.
Marcas que opera
El acervo patrimonial abarca ocho aguas minerales sin gas y cinco con gas. Además de la marca que figura en su razón social, Vichy Catalán posee otras muchas. Entre ellas, Font d’Or, Malavella, Font del Regas, Mondariz, Les Creus, Monte Pinos, Fuente Pinos, Fuente del Val, Kipy, Lambda y Vila Chy.
En los últimos meses se ha intentado unir a la moda de los productos sanos. Ha presentado una nueva bebida saludable a base de agua carbonizada y zumo de frutas con estevia y el 0% de azúcares añadidos. Se comercializa con el nombre de Vichy Catalán Fruit.
Esfuerzo de 'marketing'
Ha introducido los sabores de naranja, menta, lima limón y limón a su producto tradicional y ha anunciado que dicha gama tampoco cuenta con azúcares añadidos. Además de reivindicar que el agua carbonizada es un remedio natural contra la resaca, con una campaña publicitaria para la que fichó a 19 influencers.
Un esfuerzo en la renovación de la estrategia de marketing, que los expertos del sector afirman que se había quedado desfasada. Falta conocer si ha dado sus frutos. Para ello, se deberá esperar el resultado del grupo en los próximos ejercicios.