El nuevo impuesto de servicios digitales podría generar unos ingresos extras de 600 millones de euros este año, cantidad que el Gobierno destinará a financiar el coste adicional que prevé que le costará la subida del 1,6% de las pensiones pactada con el PNV. Lo mismo haría con los 1.500 millones que le proporcionaría el año próximo.
El problema está en que, según los cálculos que Madrid ha remitido a Bruselas dentro del Plan de Estabilidad, la actualización de las pensiones en función del IPC supone un gasto adicional de 1.522 millones ya en 2018. Y otros 1.800 en 2019. Por eso Cristóbal Montoro, el titular de Hacienda, apunta otras vías de ingresos. Por ejemplo, el rescate de las autopistas de peaje quebradas tendrá un coste de 1.800 millones este año, menos de lo esperado. Además, podrá ser compensado en parte gracias a su relicitación, de la que el Estado espera obtener unos 1.000 millones.
Para las multinacionales
El Ejecutivo explica a la Comisión Europea que planteará la puesta en marcha de un nuevo impuesto "sobre determinados servicios digitales" para lograr que las grandes empresas de la economía digital "tributen allí donde se crea el valor añadido". O sea, en los países donde tienen clientes, no solo donde pagan el impuesto de sociedades.
Este impuesto se aplicará solo a las empresas con un "elevado" nivel de ingresos, que el Gobierno no precisa, y exclusivamente por la prestación de servicios digitales, que son "los más difíciles de capturar por los sistemas tributarios vigentes". El gravamen se enmarca en el debate europeo sobre la fiscalidad de la economía digital, aunque se anticipará su aplicación en España.
Los técnicos fiscales dudan
Los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), sin embargo, consideran "imposible" que una tasa sobre la economía digital pueda financiar la subida de las pensiones. Desde su punto de vista, las otras dos medidas --menos intereses por la deuda y relicitación-- también serán insuficientes, por lo que el PP se verá obligado a introducir en el proyecto presupuestario recortes de gasto o aumento de ingresos, dicen.
Gestha apunta que "por mucho que se aceleren los trámites" será "imposible" poner en marcha este impuesto a tiempo para que financie las pensiones este año, ya que se trata de una cuestión que se está abordando a nivel europeo.
Dos años más
No estará vigente "como muy pronto" hasta 2020 y, en cualquier caso, será insuficiente para asumir la subida de las pensiones, ya que estima la recaudación en unos 5.000 millones para la Unión Europea, de los que 500 millones corresponderían a España. En cambio, los técnicos de Hacienda proponen que la revalorización de las pensiones se financie con un sistema mixto de la Seguridad Social, que incluya cuotas e impuestos, para evitar el déficit en este organismo.
También apuntan que si se igualara la recaudación media ponderada de la Seguridad Social a la europea, ésta obtendría cada año 7.900 millones adicionales, suficientes para financiar la subida de pensiones conforme a la inflación y empezar a enjugar el déficit del subsector.