El Ayuntamiento de Terrassa, encabezado por Alfredo Vega (PSC), ha comunicado formalmente que el próximo 19 de diciembre el abastecimiento del agua de la ciudad debe ser un servicio que preste una empresa de titularidad pública de nueva creación. Lo ha hecho en un requerimiento de información adicional a la concesionaria desde hace 75 años, Mina Pública d’Aigües de Terrassa, que genera inquietud entre los trabajadores del grupo.
Piden al consistorio que revise el plan laboral de Terrassa Cicle de l’Aigua (EPEL), la sociedad de nueva creación que será titularidad 100% pública. La hoja de ruta diseñada incluye dar empleo a 109 personas de las 129 de la actual concesionaria, ya que se considera que se trata de una transmisión proporcional a la pérdida del servicio egarense.
Ciudades que mantendrán el servicio
Al completarse el plan de internalizar el servicio, Mina se quedaría con el abastecimiento de las localidades de Viladecavalls, Ullastrell, Llinars, una parte de Vacarisses y Matadepera, que se opera desde una filial. Todas ellas ciudades que están en el entorno de Terrassa pero con una población mucho menor, con el consiguiente impacto en la cuenta de resultados de la compañía.
Más allá de las cuestiones económicas, la plantilla pide a Vega que tenga en cuenta que el trabajo que realizan no está dividido por territorios. Indican que el 90% del tiempo se emplea en cuestiones relacionadas con el abastecimiento de Terrassa y que en el grupo se aplican economías de escala.
Petición de máximos
Su reclamación de máximos es que se subroguen a la EPEL todos los trabajadores excepto la alta dirección. Avisan que el trabajo de todos ellos es imprescindible para mantener el abastecimiento de agua de Terrassa.
De hecho, no descartan que la empresa pública deba ampliar a posteriori plantilla para poder encargarse de todos los procesos del servicio.