La junta de accionistas de Caixabank ha aprobado este viernes el reparto de un segundo dividendo a carga de los beneficios de 2017. Un año récord en el plano económico en el que se alcanzaron los 1.684 millones de euros gracias netas tras la integración de la portuguesa BPI. Tal y como ha recordado el presidente de la entidad, Jordi Gual, el 53% de esta cifra se han destinado a retribuir a los propietarios de acciones.
El montante total del reparto asciende a los 896,97 millones de euros. La primera parte del dividendo, que ascendió a los 418,45 millones, se repartió en noviembre. Tras la votación de este viernes, otros 478,51 millones se distribuirán el próximo 13 de abril.
0,08 euros por acción
El importe máximo estimado es de 0,08 euros por título, tal y como indica el punto del orden del día que se sometido a consideración de los accionistas. Este importe se reducirá en función de la autocartera que Caixabank controle en el momento de devengo del dividendo extraordinario.
Gual ha recordado que la retribución de este ejercicio está “20 puntos por encima de la meda del Ibex 35 y 16 puntos que la de las banca europea”. Además, se cumple con el objetivo marcado en 2016 de superar el lindar del 50% del beneficio neto.
Dividendos de 2018
Un reto que también se mantendrá en el ejercicio en curso. Gual ha anunciado que se devengarán “dos pagamientos de dividendo en efectivo” que supondrán más del 50% de las ganancias netas del ejercicio. Se quiere repetir el nivel que se ha pactado en la junta de este viernes en Valencia.
En cuanto a la cotización, Gual ha indicado que el precio de los título se ha recuperado parcialmente del batacazo de la doble recesión que se ha vivido en España. “El precio medio objetivo ha incrementado más del 50% desde 2016 hasta situarse en los 4,4 euros de media”, ha explicado ante los asistentes en la junta.
Desconsolidación de Criteria
También ha destacado que la acción de Caixabank es “cada vez más líquida y con mayor volumen de negociación en bolsa”, con más del 55% del capital social en negociación. Unos resultados que se consiguen, en gran medida, por la desconsolidación de Criteria. Proceso marcado por el Banco Central Europeo (BCE) que se da por concluido.