La resistencia de la mayor parte de los empresarios del comercio y la hostelería, las carencias técnicas y el desinterés de los clientes de esos establecimientos han sido las causas esenciales del fracaso de la experiencia de pago digital, sin uso de dinero en efectivo, desarrollada en Cantabria entre el 19 de octubre y el 10 de diciembre del año pasado y cuyos resultados se acaban de conocer oficialmente.
La experiencia de pago digital estaba promovida por el Gobierno de Cantabria, la Universidad de Cantabria, Banco Santander y MasterCard. Durante esos días se pidió a los vecinos de la localidad cántabra de Suances que efectuasen todas sus compras en comercios y establecimientos de hostelería con medios digitales de pago, suprimiendo el uso del dinero en efectivo. Se trataba de comprobar sobre el terreno las posibilidades reales de desarrollo de esta experiencia de pago digital y obtener datos sobre las carencias técnicas y las resistencias sociales a la exclusión de efectivo en las operaciones ordinarias de los ciudadanos.
Principales inconvenientes
Según los datos oficiales de la experiencia hechos públicos, el 28% de los comercios de la localidad no aceptan pago con tarjeta; seis de cada diez establecimientos prefieren cobrar en efectivo, y en dos de cada tres es el método más usado. El 17% de los comercios exige compra mínima para pago digital. El 60% de los comerciantes y hosteleros de la localidad señalan que no promueven el pago con tarjeta porque no lo demandan sus clientes y el 30% considera elevado el coste que soportan por esos pagos. El 30% de los empresarios desconoce las condiciones en las que tienen contratado su Terminal Punto de Venta (TPV) y el 70% declara que su TPV no funciona adecuadamente y dos de cada tres señala como mala la formación recibida para el manejo del terminal. Sólo uno de cada cinco empresarios asocia un menor coste de gestión de su negocio a la aceptación del pago con tarjeta en lugar del efectivo, a pesar de casi el 40% de ellos han sufrido incidencias con el efectivo, desde robos a falsificaciones. Casi el 20% de los comercios y establecimientos de hostelería que han participado en la experiencia no tienen conexión a internet, ni tienen intención de instalarla.
Otra de las principales conclusiones de esta experiencia piloto, pionera en España, determina que el efectivo sigue siendo el medio más utilizado en pagos cotidianos tanto en frecuencia como en valor y que el "pago móvil" apenas se utiliza.
El informe apunta que, aunque el 87% de los usuarios dispone de un smartphone y el 90 % se conecta a internet, el uso de la red para comprar es minoritario (un tercio no ha comprado nunca en internet).