Paro de país. La petición de frenar la actividad económica catalana como el 3 de octubre y el 8 de noviembre se repite de nuevo como respuesta independentista a la detención de Carles Puigdemont en Alemania y la entrada en la cárcel de cinco líderes soberanistas. Una iniciativa que ha propiciado el corte de varias carreteras por parte de los denominados Comités de Defensa de la República (CDR) en los dos últimos días y que los sindicatos y patronales mayoritarias tratan de frenar.
CCOO y UGT de Cataluña repiten que convocar una huelga general, el principal instrumento de la lucha laboral, no es la medida que se debe impulsar en el momento político actual. Apuestan por una respuesta unitaria que pueda ser asumida incluso en el ámbito estatal y que supere los apoyos personales al movimiento independentista. Cuestión clave para fomentar la paz dentro de las propias organizaciones, con militantes de todo el espectro político que fuerzan a una cierta neutralidad ante el procés.
Nuevo espacio de diálogo
Así se lo plantearon los secretarios generales de ambas organizaciones, Javier Pacheco y Camil Ros, en el encuentro que mantuvieron ayer con el presidente del Parlament, Roger Torrent, y lo defendieron después en la última reunión para dar forma a la plataforma Democràcia i Convivència, heredera de la Taula per la Democràcia.
Este espacio de “diálogo transversal”, tal y como indican sus impulsores, se presentará oficialmente este martes por la mañana. Tiene los mismos objetivos que la organización que se creó tras el 1-O pero con menos representantes.
Desmarque de Pimec y Cecot
Cuentan con voz y voto las principales entidades independentistas, la ANC y Òmnium Cultural; los dos sindicatos más representativos de Cataluña; y un reguero de organizaciones de menor tamaño como la Asociación de Actores y Directores Profesionales de Cataluña (AADPC), el Consejo Nacional de la Juventud (CNJC), la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Cataluña (Confavac), Lafede.cat-Organizaciones para la justicia global, la Unión de Federaciones Deportivas catalanas (UFEC) y Unió de Pagesos.
Tanto Pimec como Cecot se han desmarcado de este ámbito de diálogo social. Fuentes de la patronal de pymes explican que no querían quedarse atrapados en un organismo que les lleve a la convocatoria de una nueva huelga. Argumentan que se ha cambiado el sistema de votaciones y que se ha pasado de una estructura de consensos a una de mayorías cualificadas en la que todos los miembros tengan el mismo peso.
Consideraron que no tendrían la misma fuerza que en los debates anteriores para forzar que se impulsaran sólo paros temporales.
Torrent y algunas patronales
También trataron estas cuestiones en su encuentro con Torrent. Después de sentarse con los sindicatos, el presidente del Parlament se reunió con el mismo carácter de urgencia con Josep González, presidente de Pimec, primero y con Antoni Abad, líder de Cecot, después.
No hizo lo propio con Foment del Treball, otro capítulo en el distanciamiento entre las instituciones catalanas y la patronal que se ha opuesto de forma frontal al procés.
Impacto económico
Patronales y sindicatos indican que paralizar de nuevo la actividad en Cataluña tendría efectos muy negativos para la economía local. Aseguran que confirmaría la inestabilidad que intentan negar desde hace meses a empresas e inversores, hasta ahora con éxito.
Sí que contemplan avanzar hacia el frente común que reivindique la democracia y los derechos civiles y políticos que reivindica Torrent sobre el papel, pero sin llegar a los cortes de carreteras o comunicaciones ferroviarias. Harán lo esté en su mano, aseguran, para evitar otro paro de país.