Soplan vientos de fronda sobre Grupo Planeta, una de las mayores empresas familiares de Cataluña y también la más potente editorial en castellano de todo el orbe. Hace justo un mes, el capitoste del conglomerado, José Creuheras Margenat, propinó un puñetazo sobre la mesa y desde su condición de presidente destituyó sin contemplaciones al consejero delegado, José Lara García.
Se trata del hijo del anterior líder de la firma José Manuel Lara Bosch, fallecido en enero de 2015 tras una larga enfermedad, y nieto del fundador del grupo. De hecho, era la persona en la que de no profesionalizarse la gestión del holding habría recaído la responsabilidad del mando supremo, como había hecho su padre.
Ilustración por PEPE FARRUQO
Buenas condiciones
El ejecutivo destituido es un profesional joven, aunque no demasiado, y con experiencia en empresas del mismo sector, pero ajenas a Planeta. Y, además, es uno de los principales accionistas.
Planeta presenta el caso de forma edulcorada. Arguye en un comunicado que “el cambio del máximo gestor persigue el único objetivo de imprimir un renovado impulso a la expansión de la casa”. Pero como es lógico, los rumores recorren todo el sector. El súbito relevo destapa la existencia de serios problemas internos de gestión.
Junta de accionistas
Además, la purga interna no ha concluido. Una de las filiales de Planeta, Atresmedia, titular de Antena 3 TV y de La Sexta, acaba de convocar una reunión de la junta de accionistas anual. Un punto del orden del día fija “el cese del consejero José Lara García”, que ocupa la plaza de consejero en el órgano de gobierno en representación de Planeta.
Al comentar esa medida, Creuheras no recurre al habitual elogio del cesante, ni al sobado agradecimiento ritual por los servicios prestados. Asevera, simplemente, que se le destituye por “pérdida de confianza”. Deja así bien claro el motivo del puntapié a uno de los accionistas del grupo, por si alguien albergaba alguna duda.