Aguas de Barcelona ha aprovechado la celebración del Día Mundial del Agua para anunciar que extiende su fondo de solidaridad. Una medida que se activó en 2012 para bonificar el servicio a las familias que están en riesgo de exclusión social.
Antes de que termine 2018 se abrirá a otros colectivos en situación de vulnerabilidad como los pensionistas, tal y como ha anunciado el presidente de la compañía, Ángel Simón.
Los pilares de la compañía
En su discurso, el ejecutivo ha destacado el enorme esfuerzo que realiza el grupo en el ámbito social. “Uno de los tres pilares básicos que guían la compañía junto con la gestión eficiente y el equilibrio medioambiental”.
Ha recordado que el fondo de solidaridad entró en funcionamiento antes de que el Parlament aprobara la Ley de Pobreza Energética, suspendida por el Tribunal Constitucional. Y que ya ha firmado convenios de colaboración con 21 de los 23 ayuntamientos donde gestiona el servicio en el área metropolitana de Barcelona.
Familias beneficiarias
Hay 20.000 familias acogidas actualmente a este fondo de solidaridad de la compañía. De todos ellos, 7.203 residen en la capital catalana.
La ampliación de la bonificación del coste del agua para los pensionistas en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión social se suma a la medida anunciada la semana pasada de condonar la deuda que las familias beneficiarias de esta ayuda arrastran. Es decir, las facturas pendientes de pago desde que empezaron sus problemas económicos hasta que los servicios sociales locales reconocieron su precariedad desde el punto de vista de los ingresos.