Barcelona y Madrid alcanzan máximos históricos en los precios del alquiler, y eso tiene una explicación. La radiografía sociológica del centro de las ciudades ha cambiado en los últimos años: en Barcelona se asientan cada vez más extranjeros con alto poder adquisitivo y en Madrid nuevos vecinos españoles toman el relevo de los inmigrantes que se afincaron en el casco antiguo antes del principio de la crisis.
Los datos surgen de un trabajo elaborado por la agencia Efe, en el que se explica que zonas que hasta hace un tiempo se consideraban marginales, como el barrio de Lavapiés en Madrid o Sant Martí en Barcelona, se están transformando en lugares de moda que atraen a inquilinos dispuestos a pagar rentas más altas.
Influencia del turismo
El turismo de alquiler también está influyendo en este cambio residencial, según menciona el estudio. Los pisos vacacionales, sobre todo de fin de semana, ganan terreno en estas ciudades, a pesar de las medidas que toman los ayuntamientos para su control.
El desplazamiento de la población original de los barrios céntricos por la presión del turismo, y el asentamiento de vecinos de mayor poder adquisitivo --la denominada gentrificación-- ha llevado a Madrid y Barcelona a máximos históricos en los precios de los alquileres.
Antecedentes
Los casos de Madrid y Barcelona no son nuevos. Ciudades como Nueva York, París o Berlín ya fueron testigos de la gentrificación durante los años noventa. También las dos mayores ciudades españolas vieron cómo alguno de sus barrios más empobrecidos, como Chueca, en los ochenta o la Barceloneta, en los noventa, comenzaron a poblarse con nuevas generaciones atraídas por los precios bajos.
Los jóvenes trajeron consigo cultura y arte, a los que siguieron restaurantes y comercios, embelleciendo así el entorno y revalorizándolo. Este lavado de cara convirtió a zonas antes marginales, como ocurre en Lavapiés en Madrid o Sant Martí en Barcelona, en los nuevos sitios de moda, atrayendo a su vez a nuevos inquilinos con mayor poder adquisitivo y expulsando a los residentes, que decidieron vender o alquilar sus viviendas.
Más gentrificación, alquileres más caros
Este fenómeno ha dado lugar a que el precio del metro cuadrado de alquiler bata récords en Madrid y Barcelona, que junto con Islas Baleares (Mallorca e Ibiza) y Canarias son las áreas más afectadas por la gentrificación en España, según el último informe de precios del portal inmobiliario Idealista.
En la capital, los precios más altos del alquiler en el último cuatrimestre de 2017 se dieron en el distrito Centro, con un coste de 19 euros el metro cuadrado, seguido de Salamanca, con 18,50 euros, Chamberí, que alcanzó 17,10 euros; y de Retiro y Chamartín, en los que 15,90.
Sant Martí a la cabeza
En Barcelona, la ciudad con los alquileres más altos de España, el distrito más caro fue Sant Martí, en el que el metro cuadrado alcanzó los 19,20 euros. Ciutat Vella, con 18,90, y Eixample, con 18,10, fueron las otras áreas más caras en tanto que el precio más barato fue en los distritos de Nou Barris, con 12,30 euros y Horta-Guinardó, con 13,30.
Los barrios que más población ganaron fueron Sant Martí, con 12.439 personas más (77% eran extranjeros y el 23% nacionales); y Sarrià-Sant Gervasi, con 8.188 vecinos más (67% eran españoles y el 33% extranjeros).
La influencia de Airbnb
Barcelona dispone de 17.369 alquileres ofrecidos por Airbnb. Eixample agrupa el mayor número de alojamientos, con 5.607, seguido de Ciutat Vella, con 4.078, Sants-Montjuïc, con 2031, Gracia, con 1.776, y Sant Martí, con 1.770.
En general, todos los distritos con mayor número de alojamientos de Airbnb, tanto en Madrid como en Barcelona, coinciden con los barrios en los que el metro cuadrado de alquiler es más alto y donde más se evidencia la gentrificación.