Nestlé España ha anunciado este jueves que 2017 ha sido un año de estabilidad absoluta para la filial del grupo suizo. La sociedad dirigida por Laurent Dereux ha presentado una cifra de negocios de 1.928 millones de euros, un ligero decrecimiento del 0,3% respecto a los resultados del año anterior.
La facturación se estanca en un ejercicio en el que el nivel de exportaciones ha incrementado el 3,6%. Llega a los 595 millones de euros y representan el 29% de las ventas totales, porcentaje que se espera mejorar. ¿Qué lastra estos datos favorables? Básicamente, el avance del negocio en el mercado nacional.
Precios de las materias primas
La comercialización en España decreció el 1,8% respecto a los resultados del año anterior y alcanzó los 1.358 millones. Cifra a la que se llega al tener en cuenta en ambas cuentas de resultados la segregación del negocio de helados de Nestlé, que desde octubre de 2016 se controla desde la sociedad Froneri Iberia, en la que también participa la británica R&R Ice Cream (controlada por el fondo de capital riesgo Pai Partners).
Los portavoces de la filial española indican que la demanda en el mercado nacional se ha resentido por la revalorización “de las principales commodities”, las materias primas que se usan desde Nestlé España que llevaron a la subida de precios de algunos productos de la compañía. Con todo, destaca un “tendencia a la recuperación durante el último trimestre”.
Inversiones
En cuanto a las inversiones, el grupo ha destinado 83 millones de euros, 70 millones de los cuales se destinaron a mejorar los procesos de producción en el país y otros 13 millones a las áreas de administración, ventas y tecnologías de la información.
Desde Nestlé España justifican que el conjunto de innovaciones aportó un 10% de la cifra de negocios y un 34% adicional a las renovaciones de diversas gamas de productos.