Ni 5G ni inteligencia artificial. El otro gran debate que ha marcado la primera jornada oficial del Mobile World Congress (MWC) ha sido el de la continuidad del congreso en Barcelona. Una discusión en la que el cierre de filas desde los representantes del sector tecnológico ha contrastado con la escalada de reproches que han continuado en el plano político.
Tanto el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, como el consejero delegado de Vodafone, Vittorio Colao, han reivindicado públicamente en el congreso que Barcelona es la mejor opción que tiene GSMA para organizar este evento con el éxito de los últimos años. Cuestión avalada desde otros grandes expositores que están centrados en la edición que acaba de empezar con un ojo puesto en 2019.
Edición de 2019
El trabajo que requiere un evento de estas características, por el que pasan unas 110.000 personas, propicia que ya se esté trabajando en la próxima edición. La capital catalana tiene asegurado como mínimo un año más ser la capital mundial del móvil gracias al congreso.
Fira Barcelona ya ha cerrado la comercialización de algunos espacios y grandes hoteles en los que se suceden encuentros de primer nivel, como el Hotel Porta Fira y el Vela en la Barceloneta, repiten la operación. El engranaje ya está en marcha y reservar lugares es cuestión crucial para grandes firmas como Samsung y Huawei, que suelen hacer anuncios de peso en el MWC.
Discusión política
Peligra la organización otras cuatro ediciones del congreso, las que van de 2020 hasta 2023 y que constan en el último contrato firmado entre GSMA y la ciudad. Aunque el optimismo de que se mantendrá se ha disparado tras las declaraciones del billonario indio, Sunil Bharti Mittal, líder de Bharti Enterprises y presidente de la patronal del móvil en la última conferencia de este lunes. Aseguró que estaba “encantado de que se haya conseguido otro espectacular MWC en Barcelona”.
Mientas, en el plano político, la sucesión de declaraciones entre los representantes del Gobierno, de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona ha sido una constante a lo largo de toda la jornada. De telón de fondo, el desplante al Rey de la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y del presidente del Parlament, Roger Torrent.
Rajoy carga contra Colau y Torrent
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, les ha acusado desde Túnez de “hacerse notar” con su negativa de participar en la recepción oficial mientras que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, reivindicaban que la ciudad debe ser la sede del MWC hasta 2023.
La tensión entre el monarca y Colau también se ha puesto de manifiesto por su paseo por el congreso que marcaba la jornada inaugural. Un acto protocolario en el que PDeCAT ha sumado otro desplante a Felipe VI con la ausencia de la presidenta de la Diputació, Mercè Conesa.
Podemos defiende a Colau
Desde Madrid, el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, aplaudía a la líder de BComú (“rendir pleitesía a un Rey no va con nosotros”). El coordinador general de CatComú, Xavier Domènech, incluso abría la puerta a un referéndum sobre la Corona tras reunirse en la capital catalana con el secretario general de UGT, Camil Ros.
La discusión política aún está lejos de concluir. Aunque desde el plano empresarial el mensaje es claro, es una prioridad retener un evento que mueve más de 470 millones al año.