La temporada de calçots ya ha empezado y los mayoristas esperan que sea la mejor de los últimos 10 años. La cebolla catalana típica de estas fechas podría superar las 14 millones de unidades vendidas en Mercabarna, con un aumento de entre un 5% y un 8% en relación a la campaña anterior.
Éstas son las previsiones de los mayoristas de Mercabarna, después de un crecimiento excepcional de un 25% en 2016/2017, que cerró con 14,2 millones de calçots vendidos. Las estimaciones del Gremio de Mayoristas de Frutas y Hortalizas (AGEM) apuntan que se producirá un incremento de un 15% de las exportaciones, en frente al 5% de la campaña pasada.
El mercado londinense es el que mejor ha acogido internacionalmente el producto. El resto de países receptores son Francia, Bélgica y Alemania. Madrid, Zaragoza y las Islas Baleares también se han convertido en destinos habituales de los calçots.
Camp de Tarragona
“Esperamos una buena temporada por la calidad del producto, la tendencia de precios muy estables y la demanda creciente”, ha dicho Josep Pañella, uno de los mayoristas especializados en calçots. Sin embargo condicionan alcanzar el récord a la climatología: “Confiamos en que el tiempo no rompa las previsiones y continuemos teniendo muy buen producto”.
El Camp de Tarragona es el primer origen de la cebolla, con un 60% de las unidades certificadas. El segundo son las comarcas de Barcelona: el Baix Llobregat, el Maresme, el Vallès Oriental y el Vallès Occidental. Los calçots provenientes de Lleida son los tempraneros.
Desde Mercabarna atribuyen el aumento de la demanda interna al éxito comercial del producto, ligado a la festividad, pero también a que cada vez más personas la consumen como una hortaliza de temporada y proximidad. El frío de estas semanas favorece que el calçot sea grueso y firme.