Los Suqué Mateu han inyectado 9,5 millones de euros en el capital de su negocio químico, la fabricación de fibra de polipropileno que realiza la compañía Poligal Global Service. El grupo opera en Portugal, España, México y Polonia.
Es en este último país donde la familia realizó su última inversión importante. La puesta en marcha de una nueva factoría que entró en funcionamiento hace aproximadamente un año en la zona económica especial de Skarbimierz, situada en el suroeste del país.
Allí trasladaron parte de la producción de la planta de Poligal en España, que se quedó con la fabricación de películas especiales y a medida. Todo el conglomerado está radicado en la calle Carabela la Niña número 12 de Barcelona.
Ajuste societario
Fuentes cercanas a los propietarios indican que el movimiento está relacionado con la reorganización que se ha emprendido en el Grupo Peralada. Cabe tener en cuenta que los fondos propios de la empresa química alcanzan ahora los 78,7 millones de euros, una cifra que contrasta con los resultados económicos de la fabricación Poligal Global Service de plásticos.
La evolución sobre el papel de la compañía no es precisamente positiva. Poligal Global Service cerró 2016 con una facturación de 2,66 millones de euros, el 17% menos que los ingresos del ejercicio precedente. La depreciación en el beneficio neto es mucho mayor, alcanza el 87% y refleja unas ganancias testimoniales.
Entramado societario
Hay que señalar que las magnitudes transcritas de Poligal muestran una foto muy incompleta del grupo químico porque no consolida cuentas con sus filiales. De hecho, la sociedad es en realidad una mera matriz del negocio y su actividad se limita a la tenencia de las acciones de sus subsidiarias.
La empresa que gestiona las fábricas de España, Poligal Packaging, alcanza una facturación de 30 millones y genera beneficios de más de medio millón. Todo el grupo de industrias del grupo, situadas en Galicia, Portugal y Polonia, aporta a Grupo Suqué Mateu una cifra de negocio superior a los 100 millones.
Resultados del grupo
Los Suqué Mateu obtuvieron 25,6 millones netos de todos los negocios en los que operan en 2016. Un conglomerado de actividades que supera los 350 millones de euros de fondos propios que incluyen el negocio vitivinícola que da nombre a la sociedad, los vinos y cava Peralada más otras marcas que han incorporado a posteriori, y una red de casinos en que opera básicamente en Cataluña y Latinoamérica.
También explotan una empresa dedicada a la depuración, envasado, expedición y comercialización de moluscos, Cultius Marins del Delta de l’Ebre; un hotel en la Garriga (Barcelona) y un club de golf en el Empordà.