El Grupo Zeta ha vuelto a romper los acuerdos con su plantilla y ahora plantea prescindir del 45% de sus trabajadores de El Periódico de Catalunya en las condiciones mínimas que permite la ley, no con las que pactó con el comité de empresa en julio pasado.
La dirección del holding de Antonio Asensio ha comunicado hoy que va a reducir la nómina en un 45%, bien rebajando los salarios, bien reduciendo la plantilla. En este segundo caso, lo haría mediante bajas voluntarias a las que se les aplicaría lo estipulado en la reforma laboral de 2012: una indemnización equivalente a 20 días de salario por año de antigüedad con un máximo de 12 mensualidades.
El pacto, inservible
De esta forma, la empresa incumple el pacto que alcanzó con sus empleados el verano pasado tras una huelga de tres días. En ese acuerdo se establecía que, en adelante, y tanto para despidos individuales como colectivos el baremo sería el sueldo de 26 días por año trabajado con dos límites: 16 pagas más 3.000 euros o 113.000 euros en total.
El comité de empresa denuncia que no solo se vuelve a vulnerar un acuerdo alcanzado con los empleados --la huelga del año pasado fue la respuesta al incumplimiento del acuerdo que incluía el ERTE de 2014--, sino que la empresa no tiene en cuenta que en los últimos meses se han producido una decena de bajas.
Dos ediciones
En la reunión que ha mantenido con la dirección de la empresa, la representación de los trabajadores ha planteado la imposibilidad de mantener dos ediciones del diario --la electrónica y la de papel-- con los efectivos profesionales que resultarán de la reducción de plantilla.
De la misma manera, han exigido la cuenta de resultados completa del ejercicio pasado, así como explicaciones del agravamiento de la caída de ventas, de la publicidad y de las suscripciones, que han coincidido con el “conflicto político en Cataluña”.
Ajuste político
Los representantes sindicales son muy críticos también con el despido del dibujante Ferreres, un icono del humor gráfico en Cataluña con una larga trayectoria profesional en los grandes diarios del país que publicaba en las páginas de opinión del diario.
Miquel Ferreres, un nacionalista catalán muy crítico con el Gobierno del PP, goza de una gran presencia inactiva en las redes sociales, especialmente en los ámbitos soberanistas, donde se le tiene un gran respeto y donde se reproducen con mucha frecuencia sus viñetas.
El giro editorial de El Periódico de los últimos meses hacia posiciones constitucionalistas chirriaba con la orientación de su dibujante de cabecera.
El Grupo Zeta consiguió refinanciar su deuda, cercana a los 100 millones de euros, con un grupo de bancos el verano pasado. Fruto de de ese acuerdo fue la venta de Ediciones B, el cierre de Interviú y Tiempo, y el draconiano ajuste de El Periódico.