Caixabank ha gestionado unas 99.000 reclamaciones de clientes que solicitaban la devolución de lo que habían pagado por cláusulas suelo en sus hipotecas a lo largo de 2017. El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, ha explicado que, tras un análisis de cada caso particular, se ha aceptado devolver el 52% de ellas.
Ya ha empezado los reembolsos de los hipotecados con los que el banco ha llegado a un acuerdo. Deberá pagar 241 millones de euros hasta febrero, cifra que corresponde a estas casi 52.000 personas con las que ha pactado que el gravamen se incluyó de forma no transparente en sus préstamos. Se podrá cubrir sin problemas gracias a las provisiones que se hicieron a final de 2016 con este fin, que alcanzaron los 625 millones.
Operaciones “heredadas”
Gortázar ha asegurado que ni una de estas cláusulas que no eran transparentes vienen de un crédito firmado en su origen con Caixabank. El consejero delegado asegura que es un pasivo “heredado de las distintas operaciones corporativas” que han suscrito a lo largo de la crisis financiera, como el Banco de Valencia, la nueva sede social y fiscal del grupo donde se han presentado este viernes unos resultados históricos para la entidad.
Ha manifestado que el Real Decreto Ley que fijó el mecanismo de devolución de las cláusulas suelo ha funcionado correctamente y que gracias a ello se han “agilizado las devoluciones”.
Proceso judicial
Reconoce, asimismo, que “el proceso no ha terminado” y que los representantes del banco deberán verse las caras en los juzgados con “clientes no satisfechos”. Manifiesta que la directriz que se ha dado desde la cúpula de Caixabank es la misma que se ha aplicado hasta la fecha: “Revisaremos las situaciones e intentaremos que el juez nos de la razón, y si no, se la daremos al cliente y pagaremos”.
Cuentan para ello con un colchón en el que aún quedan 384 millones.