Cataluña se ha dotado de otra herramienta para luchar contra la sequía. Incorpora el uso de agua regenerada en el ciclo hidrológico de la comunidad que se realiza desde la depuradora del Prat del Llobregat, explotada por Aigües de Barcelona (grupo Agbar). La instalación puntera en este campo ya estaba preparada para limpiar el agua y volverla a incorporar al sistema desde finales del año pasado, pero necesitaba los permisos necesarios para operar a pleno rendimiento.
Hecho que ha ocurrido este lunes. La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha firmado un convenio con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para poder cerrar el ciclo del agua. Los portavoces del organismo que dependen de la Generalitat aseguran que la “necesidad de garantizar unas reservas de agua mínimas el máximo de tiempo posibles en los embalses, especialmente en una situación de sequía como la actual, requiere tener al 100% operativas las instalaciones del sistema terciaro de la depuradora del Llobregat”.
Alerta presequía
Actualmente está activada la aleta presequía en Cataluña porqué las reservas de agua están por debajo del 70%. En este escenario, la regeneración irá destinada principalmente a otra de las consecuencias fatales de la escasez de agua, la entrada de agua de mar en los acuíferos de la costa de Barcelona. Supondrá un freno a esta intrusión salina. Además, se pondrá a disposición para los usos agrícolas, ambientales o municipales, como el baldeo de calles de la capital catalana y de los municipios del área de influencia.
Si la escasez perdurase y se llegara a un nivel de excepcionalidad, con los embalses al 25%, o de emergencia (20%), el agua de este sistema terciario se volvería a abocar en el río Llobregat. Se trasladaría mediante una tubería que ya está preparada al respecto hasta Molins de Rei para que pudiera ser de nuevo potabilizada y ser usada en domicilios particulares.
Seguimiento del ACA
El ACA será la que determine qué volúmenes de agua regenerada se debe producir en la estación del Llobregat. La evaluación será mensual y cualquier cambio de régimen será comunicado con dos meses de antelación al AMB.
Además, será la encargada de realizar el “seguimiento de los niveles de agua postratada”. Cabe tener en cuenta que para que el agua se pueda reutilizar se necesita un nivel de limpieza muy superior al de una depuración normal antes de ser abocada al mar, por lo que se activa un sistema de osmosis inversa que llega a neutralizar las bacterias.
A pleno rendimiento, la planta del Llobregat puede producir la cantidad de agua necesaria para cubrir las demandas de consumo de una población próxima al millón de habitantes, el 25% de la que vive en el AMB.
Aportación económica
En contrapartida, el ACA garantiza la financiación de hasta 4,5 millones de euros de los costes de explotación. Se movilizan 2,5 millones de entrada y se deja la puerta abierta a aportar un millón más si la situación de sequía empeora y otro millón si se deben mejorar y adecuar las instalaciones.
Los portavoces de la institución recuerdan que la planta es titularidad de la Generalitat y que se construyó tras el último episodio de sequía en Cataluña, el de 2008, con aportaciones de los Fondos de Cohesión europeos (85%) y de la Generalitat (15%). Anuncia también la puesta en marcha de un comité de expertos para analizar si se debe cerrar el ciclo del agua de forma continua o sólo en casos de excepcionalidad.