Las oficinas bancarias están en peligro de extinción. El coste de mantenerlas abiertas, sumado al aumento de las operaciones que se pueden realizar por Internet ha llevado a los bancos a replantearse el sentido de conservar una extensa red de oficinas.

Si a principios del año 2017 había en España 28.737, en solo nueve meses se cerraron un total de 1.070 sucursales. De hecho, si comparamos las cifras con las 46.221 oficinas que había en 2008 se puede comprobar como esta cifra no ha parado de descender.

No obstante, como advierten desde el comparador de bancos HelpMyCash.com, la oficina bancaria no desaparecerá del todo. Las dificultades de muchos clientes para manejar las nuevas tecnologías con facilidad o la lentitud de algunos bancos hacia una transición digital completa impide deshacerse por completo de estos activos. Además, siguen siendo un punto de encuentro entre el banco y el cliente indispensable.

¿Cómo serán las oficinas del futuro?

Uno de los valores añadidos de disponer de oficinas bancarias es la figura del asesor personal. Los bancos son conscientes de que las recomendaciones hechas cara a cara por un profesional a un cliente son más efectivas, por lo que deberían centrarse en trabajar y mejorar el trato personal para hacerlo más cercano.

Por otro lado, las oficinas bancarias del futuro deberían tener más opciones de self-service. Los clientes que no se sientan cómodos al gestionar sus finanzas desde casa podrían seguir acudiendo a la sucursal, pero sin tener a un trabajador 100% disponible para él. De esta forma, se evitarían muchas de las colas que se forman ahora y se consiguiría más agilidad en las operaciones y menos carga del personal.

CaixaBank, pionero en plantear un nuevo modelo de sucursal  

El único banco español que ya ha tomado cartas en este asunto y ha creado un nuevo concepto de oficina ha sido CaixaBank. En 2016 presentó un proyecto en el que planteaba la apertura de 200 oficinas, pero con un modelo que ellos han llamado store. Se trata de un nuevo concepto de oficina bancaria, en el que la atención al cliente es la necesidad principal que quieren satisfacer. Para ello, han eliminado las paredes que dividían las oficinas en despachos. En su lugar, han puesto mesas con sillas. Los clientes pueden decidir dónde ser atendidos y la operativa se llevará a cabo mediante un smart PC

Un proyecto que va más allá es el que lanzaron hace pocas semanas con imaginBank, su filial móvil. Los clientes de este banco no disponen de ninguna oficina bancaria, pero tampoco es necesaria. Todas las operaciones se pueden realizar desde la aplicación móvil. Y, en el caso de que el cliente tuviese un problema grave podría acudir a cualquier oficina de CaixaBank para que se lo solucionasen. El banco ha creado además ImaginCafé, un centro cultural que pretende potenciar la innovación y la creatividad. Este espacio dispone de sala de trabajo, de reuniones y de presentaciones, además de una cafetería.