Ha pasado prácticamente un año desde que las empresas estibadoras y los sindicatos del sector alcanzaron un entendimiento para establecer un nuevo acuerdo marco y dar cumplimiento a la sentencia europea que apoyaba una liberalización de la profesión. Tras la aprobación del decreto que reformaba el sector y de la ratificación del pacto entre las compañías y los trabajadores, vino un verano tranquilo en los puertos. Ahora, cada uno negocia su convenio colectivo.
El puerto de Barcelona es el que más avanzadas tiene las conversaciones. “Tenemos el acuerdo casi cerrado; solo faltan los matices”, asegura Albert Gil, el representante del sindicato mayoritario (Coordinadora de Trabajadores del Mar) en Estibarna, la Sagep --sociedad anónima de gestión de trabajadores portuarios-- del puerto de Barcelona. Pero no es el único frente abierto que tienen en el sector.
El convenio colectivo de cada puerto servirá de base para crear el V Acuerdo Marco a nivel estatal, todavía pendiente desde que terminó la vigencia del anterior, el 31 de diciembre. Este miércoles, representantes sindicales y de la patronal Anesco se reunieron para avanzar en las negociaciones. El Gobierno también tiene deberes: el reglamento que prometió que colgaría del real decreto que se aprobó en mayo y que concretará las condiciones laborales.
Iniciar la transformación
Uno de los objetivos de la reforma del sector para cumplir con la sentencia europea era terminar con las Sagep tal como se conocían hasta ahora. Todas las empresas de estiba de cada puerto estaban obligadas a tener una participación de la sociedad, que era la que tiene contratados a los empleados, un grupo cerrado y que trabajaba en una u otra empresa siguiendo una rueda y según las necesidades diarias.
Esto se termina, aunque de momento no ha desaparecido ninguna Sagep, indican fuentes del sector. “Lo más probable es que la transformación se inicie en Barcelona, donde está más avanzada la negociación”, afirman desde el comité de empresa de Estibarna. Lo que continúa siendo un misterio es cómo será esta transformación.
Las condiciones de las partes
Varias fuentes del sector coinciden en que se concretará “sobre la marcha”. Lo único claro es que se garantizará la subrogación de todos los trabajadores --actualmente unos 1.000 en todo el país--, y la rebaja del sueldo del 10%. Éstas fueron las principales concesiones que hicieron empresas y sindicatos cuando se ratificó el acuerdo, el 29 de junio.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dio un revés al pacto. En noviembre abrió un expediente informativo tanto a las empresas como a los sindicatos, al considerar que los términos del acuerdo “restringen la competencia”.
El reglamento todavía no tiene fecha de llegada: “El plazo terminaba a finales de año, pero el Gobierno se da ahora el primer trimestre de 2018”, apuntan fuentes del sector. Febrero se impone en las quinielas. Pero la intención de los sindicatos es cerrar las negociaciones para avanzar todo lo posible para cuando llegue el reglamento.