Barcelona ha cerrado el 2017 con una caía del número de turistas en establecimientos hoteleros del 5,3% en el último trimestre de 2017, aunque el balance anual sitúa a la ciudad en un crecimiento del 3,2%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El Ayuntamiento ha anunciado en un comunicado que trabaja para mejorar las perspectivas, aunque ha destacado que se ha superado el impacto del ataque terrorista en La Rambla "más rápidamente" que en otras ciudades europeas.

Ralentización del turismo

El consistorio ha señalado que la ciudad ha cerrado 2017 con una evolución "moderada" en el ámbito turístico, si se tiene en cuenta el contexto de crecimiento de la actividad registrada en los meses de verano y el impacto del atentado y de la situación política en Cataluña. "El 2017 deja atrás los récords absolutos de 2016 y acaba como un año de relentización del crecimiento turístico", ha destacado el Ayuntamiento.

La Organización Mundial del Turismo (OMT) también ha dado a conocer este miércoles sus cálculos sobre el turismo en Cataluña de finales de año. El organismo estima que la comunidad perió entre un 15% y un 20% de visitantes en el último trimestre, coincidiendo con el periodo de mayor inestabilidad política. 

Congresos

El Ayuntamiento y el Observatorio del Turismo de Barcelona (OTB) han analizado el turismo de reuniones, que tiene un elevado retorno, y que en 2017 recibió 450 congresos, y el consistorio prevé que el número de eventos se mantenga "a este ritmo" en 2018.

El Gobierno municipal y Turisme de Barcelona, a través del Barcelona Convention Bureau, ha contactado con los principales operadores y organizadores de congresos para transmitirles un "mensaje de confianza" y prevenir cancelaciones, un trabajo que se mantendrá en 2018.

En el entorno de Barcelona, destinaciones como Montserrat han registrado 2,7 millones de visitas, un 8% más que en 2017, lo que, según el consistorio, podría significar una mayor "desconcentración" del turismo que visita la capital catalana.