Facebook cambia su estructura fiscal a partir del próximo año. En 2018 comenzará a facturar sus ingresos por publicidad en el mismo lugar donde se generen, dentro de las 25 sedes regionales que posee la red social.
Con esta decisión, los impuestos por su actividad no pasarán siempre por Irlanda, como ocurre actualmente, ya que allí su factura fiscal se ve reducida. En España, pagará impuestos por el negocio local.
Respaldar el negocio local
En un comunicado, Dave Wehner, director financiero del gigante tecnológico, asegura que “Facebook ha decidido cambiar hacia una estructura de ventas local en aquellos países donde tenemos oficinas, para respaldar las ventas de los anunciantes locales. En términos simples significa que los ingresos por publicidad que respaldan nuestros equipos locales no serán contabilizados por la sede internacional de Dublín, sino que serán registrados por nuestra compañía local de cada país”.
En las últimas cuentas presentadas por Facebook en el Registro Mercantil español, en 2016, se registraron pérdidas, un 50% más que en el ejercicio anterior. La sucursal española de Facebook es en realidad una sociedad que actúa como intermediaria de Facebook Ireland Limited, la matriz que recopila los ingresos del resto de filiales europeas, con el objetivo de pagar menos impuestos. Una práctica legal, aunque muy criticada por instituciones como la OCDE o la Comisión Europea.
Facebook sigue los pasos de otras grandes compañías como Amazon (que hasta 2015 tributaba en Luxemburgo). La gran red social implementará el nuevo sistema a comienzos del 2018 y espera acabar de concretarlo en la primera mitad de 2019. En los últimos cinco años, Facebook ha pagado a España poco menos de medio millón de euros en impuestos, cuando ingresa cientos de miles de euros por publicidad.