La Agencia Tributaria ha anunciado para mediados de diciembre dos macrosubastas en Barcelona. Espera obtener un máximo de 24,1 millones de euros con la venta al mejor postor de 60 activos. Todos ellos son bienes embargados y aportados como garantía por las deudas contraídas con el fisco que no se han saldado.
Son bienes inmobiliarios de diferentes perfiles con precios que de entrada pueden parecer ventajosos. Con todo, los expertos consultados avisan de que antes de pujar por uno de ellos se debe revisar muy bien las sorpresas que conlleva. Es decir, cargas como litigios, préstamos hipotecarios o multas vivas con otras instituciones.
Procedimiento para llegar al embargo
Toda deuda con el fisco tiene un periodo de pago voluntario que, en el caso de incumplirse, lleva a la reclamación con recargos e intereses de demora y a un “procedimiento de apremio”, indican fuentes de la Agencia Tributaria. Es decir, el aviso de la deuda concreta y la exigencia de que se devengue en un plazo específico.
El contribuyente puede solicitar un aplazo, fraccionamientos o compensación con algún crédito vigente, como la devolución de una renta. Pero si tampoco se cumple se llega al embargo. Primero se busca efectivo en cuentas asociadas a la persona; luego, créditos, valores y derechos que no superen los seis meses; o sueldos o pensiones.
Bienes inmuebles, muebles y joyas
Si se agota este capítulo es cuando se entra en el embargo de bienes inmuebles; intereses, rentas y futuros de todo tipo; o establecimientos mercantiles o industriales. Si tampoco se llega a cubrir la factura, se irá a las joyas o metales preciosos, bienes muebles o los créditos, efectos, valores y derechos a largo plazo.
No hay ningún activo de este perfil en la macrosubasta que se celebrará en dos semanas en la capital catalana.
Subasta de una antigua escuela en Barcelona
Se intentará colocar 38 plazas de aparcamiento en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) por 93.617,70 euros de precio de partida; tres terrenos en Ubrique (Cádiz) por 1,38 millones; un terreno con una vivienda unifamiliar en Platja d’Aro (Girona) por 2,86 millones; o un terreno con una nave industrial en Cerdanyola del Vallès (Barcelona) cuya tasación marca un precio de salida de 181.900,72 euros.
Imagen de una antigua escuela en Barcelona que subastará la Agencia Tributaria en unas dos semanas / CG
Entre las fincas con un perfil curioso que se sacarán a subasta destaca una antigua escuela en el barrio de Horta de Barcelona. El edificio aún está en pie y el fisco pide 6,22 millones de precio de venta de partida.
Cargas que incrementan el precio
Sobre las cargas de las que avisan los expertos, destaca por ejemplo la colocación de una parcela con una casa unifamiliar en Begur, uno de los pueblos de la costa de Girona en los que el metro cuadrado es más alto. Se piden 845.860,34 euros de precio de partida, aunque se debe tener en cuenta que los antiguos propietarios dejaron a deber 291.136,66 euros con el ayuntamiento de la localidad unidos a la finca.
Otro es el ático con terraza que se sacará a subasta en el barrio de Sant Gervasi de la capital catalana. La valoración del piso es de 93.405 euros, muy por debajo del precio de mercado actual en la zona, aunque la Agencia Tributaria rebajará la cifra en primera licitación.
Pedirá tan sólo 69.428,33 euros, aunque el comprador potencial deberá tener en cuenta que está vigente una hipoteca con un saldo pendiente de 23.976,67 euros y una garantía de pago de una renta vitalicia para uno de los anteriores propietarios cuya cuantía no se detalla en el anuncio. Dos cuestiones que matizan la etiqueta de chollo, según los expertos.
Cómo participar en la subasta
El fisco indica que para participar en una de las subastas se debe constituir primero un depósito del 20% del tipo del bien por el que se quiera pujar y estar presentes en la celebración de forma presencial o por internet, en el caso de las que estén abiertas a esta tecnología.
Si no se cubre el importe inicial de la primera licitación se abrirá una segunda con una rebaja del precio. La Agencia Tributaria está abierta a negociar el precio de los activos en una puja directa con los interesados en el caso de que tampoco se cubra esta cuantía económica. Lo importante es sacar efectivo y cubrir las deudas que soporta la Administración.