Las tarifas del agua en Barcelona se rigen por las que se aprobaron en 2016. La alcaldesa de la capital catalana y presidenta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Ada Colau, no aprobó las del año 2017 y ya va con retraso también para 2018, puesto que deberían estar aprobadas.

El presidente del Partido Popular en Barcelona, Alberto Fernández, ha recordado que las tasas las debe proponer el AMB para que, después, la Comisión de Precios de la Generalitat los ratifique, por lo que es seguro que el año que viene se iniciará, de nuevo, sin nueva tarifa.

“Una farsa”

Fernández ha reclamado a Colau que presente las tarifas para el año que viene y aplique una rebaja porque la reducción de hace dos años “fue una farsa, solo se aplicó en diciembre y con un impacto anual de diez céntimos de euro por barcelonés, manteniendo los incrementos abusivos del 34% en el recibo del agua de los últimos años”.

La alcaldesa de Barcelona anunció, por lo tanto, una medida que no es otra cosa que la congelación de las tarifas del servicio, en palabras del dirigente popular: “Si mostrase una verdadera preocupación por la rebaja de las tarifas del agua, hubiese presentado hace tiempo los nuevos precios para el ejercicio 2017 y ahora estaría trabajando para garantizar unas tarifas más justas para 2018”.

Incremento abusivo

Por otro lado, denuncia que, en la última década, el gobierno cuadripartito metropolitano del que formaba parte ICV --partido ahora integrado en el grupo político de Colau-- incrementó un 85% el recibo del agua “de forma abusiva e inaceptable”.