Nuevo revolcón a la funeraria pública que impulsa el gobierno de Ada Colau en Barcelona. La propuesta de creación del operador municipal ha caído del orden del día del pleno municipal hoy viernes, 24 de noviembre. Lo ha hecho ante la falta de apoyos políticos y por segunda vez en un año.
Los dos puntos que daban comienzo al montaje de una sociedad pública que gestione los sepelios --y que compita con Serveis Funeraris de Barcelona (SFB)-- en la ciudad han saltado de los asuntos a debatir sin siquiera una junta extraordinaria de portavoces celebrada antes del plenario.
La decisión del ejecutivo local es idéntica a la tomada en abril, cuando el gobierno municipal de BComú retiró las propuestas de resolución ante el rechazo mayoritario de la oposición.
Proyecto tocado
El nuevo revés de hoy viernes deja herido un proyecto que generó malestar desde su presentación justo un año atrás, en noviembre de 2016.
Si bien la mayoría de grupos municipales comparte el espíritu de la iniciativa, el de abaratar los entierros en la ciudad, la mayoría de los 41 electos cree que crear un nuevo operador público no es la solución.
Fuentes de la oposición han reiterado esta semana que "es necesario influir en los precios de los sepelios" en la capital catalana. "Pero no con una funeraria municipal cuyo tanatorio está aún por construir, que tendría sólo seis salas de vela, sin normativa urbanística modificada y con un calendario de ejecución incierto", han indicado.
Ese doble rechazo mostrado hasta ahora por los electos también pone sombras sobre la gestión de los dos grandes impulsores de la iniciativa: el concejal de Presidencia, Eloi Badia, y el director general de Cementiris de Barcelona, Jordi Valmaña.
Escepticismo en el sector
La propuesta de prestador municipal de servicios funerarios también ha dividido al sector. El comité de empresa de Serveis Funeraris de Barcelona (SFB) ha dudado desde el principio de la iniciativa. Han recordado que el ayuntamiento retiene un 15% en la empresa semipública, en la que tiene una participación mayoritaria Mémora.
"Ese porcentaje podría influir en los precios de los sepelios. Además, la sociedad ha acometido inversiones recientemente, como el nuevo tanatorio de Sancho de Ávila. La operadora municipal, si viera la luz, competiría con una empresa que, hasta ahora, es semimunicipal", han argumentado también esta semana, reiterando, además, su miedo a un ERE.
Por su parte, las empresas que operan en el sector dudan de la capacidad de que un tanatorio con seis salas de vela pueda influir sobre los precios. Los equipamientos actuales, recuerdan, están al 50% de ocupación.
En el mismo sentido, las firmas han subrayado en diversas ocasiones que una manera de recortar el precio de la factura funeraria sería una rebaja de las tasas de cementerios, que suponen hasta el 20% del precio del servicio.