Muy difícil lo tiene Unipost para seguir en pie. La compañía barcelonesa, en concurso de acreedores, presentó en octubre un expediente de regulación de empleo (ERE) para toda su plantilla --2.228 empleados, a los que hay que añadir unas 1.500 personas de franquicias--.

La empresa tenía previsto ejecutarlo de forma gradual hasta el próximo 31 de mayo, pero ahora el objetivo de la empresa de correo urgente es alargar al máximo el plazo para encontrar un comprados y salvar el mayor número posible de empleados y, mientras tanto, cumplir con sus compromisos con los clientes.

Sin oferta formal

De las dos firmas que se habían interesado por la compañía de L’Hospitalet de Llobregat no se ha derivado ninguna oferta formal. El supuesto acercamiento de Correos, tendrá difícil recibir el visto bueno de Competencia al tratarse de una empresa pública.

Como recoge Expansión, también han preguntado por Unipost varios fondos de inversión, pero no ha cristalizado en nada concreto tras ver los números.

Arrastra años de pérdidas

La compañía fundada en 2001 por una rama de la familia Raventós para aprovechar la liberalización del sector postal perdió 9,8 millones de euros entre enero y agosto, como informó Crónica Global. Muestra de que su situación se está deteriorando y cada día que pasa se complica la tesorería y la continuidad del grupo postal, que fue a concurso de acreedores con un pasivo de 47,4 millones de euros.

Precisamente este martes 21 de noviembre la administración concursal y la propia concursada presentarán en los juzgados mercantiles sus escritos en los que comunicarán que no se llegó a un acuerdo en el período de consultas, que expiró la semana pasada. Se espera que el juez apruebe la primera parte del ERE, prevista de forma inmediata para 469 personas, que cobrarán la indemnización del Fogasa.