Los hornos de brasa Josper se han convertido en un imprescindible en los mejores restaurantes internacionales. Todos los grandes cocineros tienen al menos uno. Cada vez hay menos restaurantes de nueva generación que se priven de tener auténticas brasas en su cocina. Lo que poca gente sabe es que Josper es una marca catalana cuyo nombre procede de los nombres de sus fundadores, Josep y Pere, y que llevan casi 50 años vendiendo hornos de brasas en medio mundo.
La empresa está gestionada actualmente por los hijos de los fundadores, que este año alcanzarán una facturación de 14 millones, de los que un 75% procede de la exportación. Venden unos 1.400 hornos al año, a un precio de entre 8.000 euros y 18.000 euros por unidad. A lo largo de su historia han instalado más de 30.000 en 120 países de todo el mundo.
Utilidad
Los hornos Josper se componen de una parrilla sobre brasas de carbón insertada dentro de un horno. Su principal ventaja es que permiten cocinar alimentos a la brasa con carbón real dentro de un establecimiento cerrado. No provocan humos ni suponen un peligro. Además, los cocineros valoran que los alimentos no se secan y que al no haber una aportación continúa de oxígeno, se reduce el consumo de carbón.
La idea nació en 1969, cuando Pere Juli, un restaurador de Pineda (Barcelona), vio como en el histórico restaurante La Granota de Sils (Girona) quemaban leña dentro de un horno de pan hecho de obra y se extendían las brasas, después ponían unas parrillas encima y cocinaban la carne.
Juli pensó que podía replicar el invento en su propio restaurante de Pineda de Mar y le propuso al herrero del pueblo, Josep Armangué, que ideara un horno con una parrilla dentro, con una entrada de aire inferior, una salida de aire superior, ambas regulables, y un recogedor inferior para las cenizas.
El herrero, que también era cazador y a menudo organizaba barbacoas al aire libre, ideó el prototipo de lo que más tarde sería el primer Josper y descubrió que la carne quedaba mucho más jugosa que en sus parrilladas al aire libre. La segunda vez que usó este horno, éste se deformó por completo, porque los materiales de un horno convencional no estaban preparados para soportar tanto calor durante horas.
Diez zonas comerciales
Tardaron dos años entre pruebas y ensayos y finalmente, Josep Armangué y Pere Juli lanzaron al mercado su primer Josper. El actual director comercial de la empresa, Manuel Yebras, casado con la hija de Pere Juli, explica que hace poco se retiró un horno que llevaba casi cuarenta años trabajando.
La sede de la empresa y la planta donde se fabrican todos los hornos de Josper siguen en Pineda de Mar, donde la compañía emplea a unas 70 personas. Además, cuenta con diez comerciales por todo el mundo. “Algunos de los comerciales son cocineros, ya que la mejor forma de vender los hornos a los chefs es hablando su mismo idioma”, indica Yebras.
Grandes chefs
Como recoge Expansión, ninguno de los grandes chefs españoles se ha resistido a tener un Josper: Albert Adrià, Martín Berasategui, José Andrés, Nandu Jubany y Carles Tejedor. Y también han confesado haber puesto un Josper en su cocina otras figuras de otros países como Gordon Ramsay, Herman den Blijker y Gilles Goujon.
Entre los planes de futuro de la empresa figura lanzar Hosper Home, para domicilios particulares.